
Estados Unidos inicia la deportación de migrantes a Guantánamo bajo la administración Trump
La administración de Donald Trump ha comenzado el traslado de migrantes indocumentados a la base naval de Guantánamo, en Cuba, una medida que marca un giro radical en la política migratoria de Estados Unidos. El primer grupo de deportados fue enviado este martes a través de un vuelo militar, en lo que el gobierno ha descrito como una estrategia para aliviar la sobrecarga del sistema de detención en el país.
Guantánamo: de prisión militar a centro de detención de migrantes
El Centro de Operaciones para Migrantes de Guantánamo, históricamente utilizado para albergar a migrantes cubanos y haitianos interceptados en el mar, ha sido ampliado para recibir a aquellos detenidos en territorio estadounidense. Se estima que hasta 30.000 personas podrían ser enviadas a estas instalaciones en los próximos meses.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, defendió la decisión al afirmar que “el uso de Guantánamo está en conformidad con la ley” y que los migrantes no serán retenidos de manera indefinida. Sin embargo, activistas y organizaciones de derechos humanos han criticado la medida, alertando sobre el historial de la base, que desde 2002 ha sido utilizada como prisión para “combatientes enemigos” en la guerra contra el terrorismo, con denuncias de tortura y violaciones de derechos humanos.
Acuerdo con El Salvador: deportaciones a megacárceles
Paralelamente, el gobierno de Trump ha sellado un acuerdo con El Salvador para deportar a migrantes indocumentados con antecedentes criminales a las megacárceles del país centroamericano. Bajo este pacto, El Salvador recibirá a criminales deportados de diversas nacionalidades, incluidos estadounidenses, a cambio de una compensación económica por parte de Washington.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha promocionado su modelo carcelario como una solución efectiva para enfrentar la delincuencia y ha ofrecido sus prisiones como destino para los migrantes considerados peligrosos.
Críticas y preocupaciones internacionales
Las nuevas políticas migratorias han generado un fuerte rechazo de organizaciones defensoras de derechos humanos y expertos legales, quienes advierten que el uso de Guantánamo para la detención de migrantes podría representar una violación de acuerdos internacionales.
Por otro lado, algunos legisladores republicanos han respaldado la decisión, asegurando que la administración “cumple su promesa de frenar la inmigración ilegal” y que Guantánamo es una “solución efectiva” para el colapso en los centros de detención dentro de EE.UU.
Mientras el primer grupo de deportados ya se encuentra en Guantánamo, las implicaciones de esta política seguirán generando debate y posibles desafíos legales en los tribunales. Entretanto, miles de migrantes detenidos en EE.UU. permanecen en la incertidumbre sobre su destino final.







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