Wi-Fi gratis: el gancho del régimen para atraer estudiantes a la Marcha de las Antorchas

El pasado 27 de enero, en conmemoración del natalicio de José Martí, el régimen cubano utilizó una estrategia particular para atraer a los jóvenes universitarios a la tradicional Marcha de las Antorchas: ofrecer Wi-Fi gratis en el lugar del evento. Una enorme pantalla situada en el lugar anunciaba la conexión con el nombre de usuario “UH_ANTORCHA” y la contraseña “Marcha*2025”, lo que no pasó desapercibido entre los asistentes.

Este incentivo surge en un contexto donde el acceso a Internet sigue siendo limitado y costoso para la mayoría de los cubanos, especialmente los jóvenes, quienes dependen de la conexión para estudiar, comunicarse y mantenerse informados. Sin embargo, la gratuidad de este servicio por parte del gobierno no responde a un cambio estructural, sino a un gancho puntual para garantizar la participación masiva en un evento que, cada año, enfrenta mayor desinterés entre las nuevas generaciones.

En las imágenes del evento, es evidente que muchos estudiantes asistieron con uniformes escolares, algunos utilizando sus dispositivos móviles, probablemente para aprovechar el acceso a Internet. La presión social y política sobre los estudiantes universitarios es otro factor clave: muchos sienten la obligación de participar para evitar represalias en sus centros de estudios, donde la asistencia a estos eventos es vista como una prueba de lealtad al sistema.

La Marcha de las Antorchas, que históricamente buscaba rendir homenaje al Apóstol de la independencia cubana, ha perdido su significado original para muchos jóvenes. Se percibe cada vez más como una herramienta de propaganda política en lugar de una genuina muestra de respeto y admiración hacia Martí. El uso de incentivos como Wi-Fi gratis refleja el esfuerzo del régimen por mantener el control sobre los espacios públicos y la narrativa histórica, en un momento en el que el descontento social y la desconexión ideológica con las nuevas generaciones son evidentes.

Este episodio plantea interrogantes sobre la verdadera intención detrás de estas iniciativas y el impacto a largo plazo de estrategias que priorizan la participación simbólica sobre el compromiso genuino. Mientras tanto, para muchos jóvenes, el acceso momentáneo a Internet es una oportunidad para reconectar con el mundo exterior, aunque sea bajo la sombra del control estatal.