
Denuncian abusos y represión en la prisión de mujeres Los Colonos en Isla de la Juventud
En el grupo de Facebook Chivatos en Isla de Pinos, una publicación ha revelado detalles alarmantes sobre la situación en la prisión de mujeres Los Colonos, en la Isla de la Juventud. La denuncia apunta a Nélida López Guerra, jefa de la prisión, como figura clave en la represión contra presas políticas, especialmente Lisandra Góngora Espinosa.
Según el testimonio compartido, López Guerra no solo habría dificultado las condiciones de vida de Góngora, sino que también habría usado a presas comunes como herramientas de represión bajo la complicidad de altos mandos penitenciarios. En uno de los incidentes más graves, una reclusa conocida como “Humman” habría utilizado un cuchillo en una confrontación con Lisandra, sin que se tomaran medidas disciplinarias. En otro caso, una reclusa apodada “La Santiaguera” acusó a Lisandra de un robo fabricado, lo que generó temor de que pudiera enfrentarse a un nuevo juicio injusto.
Manipulación y amenazas
La denuncia también señala que López Guerra y su equipo manipulan a las reclusas para hostigar a Góngora. Recientemente, el 14 de enero de 2025, mientras Lisandra se encontraba en el área de televisión, reaccionó molesta al escuchar una noticia sobre la exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo por parte del presidente estadounidense Joe Biden. Según el testimonio, esta reacción habría sido utilizada por los represores para incitar un acto de repudio, liderado por una reclusa llamada Floreidis, hija de una oficial militar. El acto habría sido coordinado por la policía política, buscando provocar a Lisandra y desgastarla psicológicamente.
Ante este acoso sistemático, Lisandra amenazó con iniciar una huelga de hambre, un recurso al que ya han recurrido otros presos políticos para visibilizar las injusticias en su contra.
Redes de complicidad
El testimonio también implica a Jorge Luis García, alias “El Pollito”, como colaborador de López Guerra. Según la denuncia, García habría sido asignado a esta prisión por su cercanía con el anterior jefe de cárceles y prisiones, Julio Ondares Anache, y ahora actúa como asesor y cómplice en las operaciones represivas. Ambos estarían bajo las órdenes de Iroelvis Suárez Carcañón, jefe actual de cárceles y prisiones en Cuba, señalado como el máximo responsable de las violaciones de derechos humanos en los centros penitenciarios de la isla.
La publicación denuncia además a Wilmer Arniel Martínez Góngora, quien habría viajado personalmente a la provincia de Artemisa para amenazar al esposo de Lisandra Góngora, llegando incluso a intimidar a sus hijos en su propio hogar.
Justicia pendiente
El testimonio termina con una advertencia contundente: los responsables de estas violaciones a los derechos humanos deberán rendir cuentas ante tribunales nacionales e internacionales. Además, se indica que las denuncias serán remitidas al FBI y al Departamento de Inmigración de los Estados Unidos, solicitando que se prohíba la entrada al país de estos funcionarios y sus colaboradores, considerados cómplices de crímenes de lesa humanidad.
Este caso, como otros similares, pone en evidencia la maquinaria represiva del régimen cubano dentro de las prisiones, donde los presos políticos enfrentan condiciones inhumanas, amenazas y violencia, mientras luchan por sus derechos y la libertad de expresión.
La comunidad internacional está llamada a prestar atención a estas denuncias y exigir justicia para las víctimas.







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