Piscina Olímpica Fernando de Dios Buñuel: Un reflejo del abandono en instalaciones deportivas cubanas

En una reciente publicación en Facebook, Ernesto Céspedes, usuario de la red social, denunció el estado deplorable en el que se encuentra la piscina olímpica del ateneo deportivo Fernando de Dios Buñuel, un espacio emblemático que antaño albergó a deportistas en formación y a la comunidad local.

Céspedes expresó su sorpresa e indignación al visitar el lugar, que fue clave en su desarrollo deportivo y en el de su hija mayor. Según su relato, las condiciones actuales del recinto son un claro ejemplo del deterioro que sufren las instalaciones deportivas en Cuba. Entre las principales denuncias, el autor mencionó:

1. Falta de infraestructura básica: No existe cerca perimetral que proteja el espacio.

2. Desmantelamiento de recursos: Las puertas de la cátedra y las tapas de los depósitos de acero inoxidable del sistema de circulación de agua están ausentes.

3. Abandono estructural: El depósito de hipoclorito de sodio, esencial para el mantenimiento del agua, carece de tapa, mientras que las escaleras de acero inoxidable han desaparecido.

4. Contaminación y suciedad: El agua estancada en la piscina está contaminada, llena de residuos y ramas, reflejando una total falta de mantenimiento.

Las imágenes compartidas por Céspedes muestran un panorama desolador: agua sucia acumulada en la piscina, baldosas en deterioro y áreas invadidas por hierbas. El contraste entre el pasado funcional del recinto y su estado actual es un recordatorio del abandono que enfrentan muchos espacios deportivos en el país.

Esta denuncia no solo pone en evidencia el deterioro físico de un lugar que alguna vez fue un centro de formación deportiva, sino también el impacto social y cultural que conlleva la falta de inversión y mantenimiento en instalaciones públicas esenciales para la comunidad. La situación de la piscina olímpica Fernando de Dios Buñuel no es un caso aislado, sino un reflejo de una problemática que afecta a múltiples sectores de la infraestructura nacional.

Ernesto Céspedes concluyó su publicación mostrando las “muestras visuales” como evidencia irrefutable del estado de abandono. Su denuncia es un llamado de atención para que las autoridades responsables tomen cartas en el asunto, restaurando un espacio que, durante décadas, fue símbolo de desarrollo deportivo y cohesión comunitaria.