
Denuncian violaciones de derechos humanos en la prisión Ho Chi Minh: El caso de Nosley Lázaro Domínguez Linares
La organización Prisoners Defenders ha denunciado en la plataforma X (antiguo Twitter) la situación crítica de Nosley Lázaro Domínguez Linares, condenado a siete años de prisión en la cárcel de trabajos forzados Ho Chi Minh de Bainoa, Mayabeque, por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 (#11J). Su caso pone en evidencia las constantes violaciones de derechos humanos que sufren los presos políticos en Cuba.
Un pase esperado, pero negado arbitrariamente
Nosley debía disfrutar de un pase penitenciario el pasado 6 de enero, ocasión que llevó a su madre, residente en Estados Unidos, a viajar a la isla para poder reencontrarse con su hijo. Sin embargo, un recluso informó a la familia que el Mayor Yordanis López Torres decidió retrasar este pase hasta mayo de 2025, bajo el alegato de una supuesta falta de respeto.
Este aplazamiento no solo constituye un acto de crueldad hacia Nosley, sino también hacia su madre, quien permanece en Cuba esperando desesperadamente poder verlo. Cabe destacar que el joven no cuenta con familiares residiendo en la isla, lo que agrava aún más la situación.
Condiciones inhumanas de reclusión
La denuncia también detalla las condiciones deplorables en las que se encuentra Nosley. Según Prisoners Defenders, el prisionero lleva casi dos meses sin poder comunicarse telefónicamente con su familia, incluyendo a sus hijos. Además, enfrenta una grave falta de acceso a agua potable: desde hace 15 días no dispone de agua para su higiene personal y lleva dos días sin poder beber agua.
Estas condiciones representan una flagrante violación de los derechos humanos básicos, ya que atentan contra la dignidad y la salud de los reclusos.
Un llamado a la solidaridad
La situación de Nosley Lázaro Domínguez Linares no es aislada, sino parte de un patrón sistemático de abuso hacia quienes se han manifestado pacíficamente contra el régimen cubano. La negación de derechos básicos, la separación forzada de las familias y el trato inhumano forman parte de las estrategias de represión que el gobierno emplea contra los presos políticos.
Prisoners Defenders ha hecho un llamado a la comunidad internacional y a los ciudadanos comprometidos con los derechos humanos a compartir esta denuncia y a exigir justicia para Nosley y otros prisioneros en situación similar.
El caso de Nosley no solo pone en evidencia las condiciones brutales de las prisiones cubanas, sino también el sufrimiento que estas causan a las familias de los presos políticos. La madre de Nosley, quien dejó su vida en Estados Unidos para intentar ver a su hijo, se encuentra en una situación de angustia y desamparo mientras enfrenta la arbitrariedad del sistema penitenciario cubano.
Es imprescindible que la comunidad internacional mantenga la presión sobre el régimen cubano para garantizar los derechos fundamentales de los presos políticos y sus familias. La libertad y la dignidad no deben ser un lujo, sino un derecho inalienable.







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