Denuncia pública: La quema del juego Abakuá “Ekoria Apapa Efo” en Marianao expone infiltración del PCC en religiones afrocubanas

En el barrio Los Pocitos, municipio Marianao, La Habana, un acto incendiario ha causado conmoción en la comunidad religiosa Abakuá. El juego conocido como “Ekoria Apapa Efo” fue quemado en un aparente acto de protesta contra su dirigente, quien ostenta el cargo de Mokongo, una posición de liderazgo en la estructura organizativa de la religión. Este Mokongo ha sido señalado como colaborador de la Seguridad del Estado cubana y miembro del Partido Comunista de Cuba (PCC), lo que ha generado indignación y rechazo entre los practicantes de esta tradición ancestral.

Antecedentes del conflicto

El actual Mokongo del juego “Ekoria Apapa Efo”, conocido como Pulio, ha estado vinculado durante años a actividades de colaboración con la policía política. Su historial incluye una sanción previa dentro de la comunidad Abakuá por haber delatado a un miembro, conocido como Orlandito, residente en el barrio Hornos de Marianao. Este acto de traición le valió un castigo impuesto por la “potencia” del juego, aunque posteriormente volvió a asumir el liderazgo.

Durante su encarcelamiento en la prisión de Valle Grande, Pulio consolidó su relación con la Seguridad del Estado, trabajando presuntamente con un oficial que le facilitaba privilegios a cambio de su cooperación. Estas acciones han generado sospechas sobre su verdadero compromiso con los principios y valores de la religión Abakuá.

El estallido de la protesta

La quema del juego “Ekoria Apapa Efo” es vista como un acto de resistencia contra la infiltración política en la comunidad religiosa. Además, en las paredes del barrio Los Pocitos aparecieron grafitis con mensajes como “Pulio Mokongo PCC chivatón”, denunciando la supuesta doble lealtad del dirigente hacia el régimen cubano.

“El Mokongo debe ser el protector de la tradición y de sus miembros, no un delator al servicio del régimen. Esto es una traición a nuestros ancestros y a nuestra fe”, declaró un practicante Abakuá que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

Control político sobre las religiones afrocubanas

Este incidente pone en evidencia un problema más amplio: la cooptación de las religiones afrocubanas por parte del régimen. Según activistas, la Seguridad del Estado ha infiltrado a sus agentes en diversas tradiciones religiosas, como la santería y los juegos Abakuá, con el objetivo de mantener un control total sobre cualquier espacio autónomo en la isla.

“La religión Abakuá siempre ha sido un símbolo de resistencia y unión entre afrodescendientes en Cuba. Sin embargo, el régimen ha encontrado formas de infiltrarse, destruyendo desde adentro los principios de nuestras tradiciones”, añadió otro miembro de la comunidad.

El simbolismo de la quema y la denuncia pública

La quema del juego “Ekoria Apapa Efo” no solo fue un acto simbólico, sino también un grito de desesperación y denuncia por parte de quienes se sienten traicionados y oprimidos. El mensaje es claro: los integrantes de las religiones afrodescendientes no están dispuestos a tolerar más la manipulación y el espionaje por parte del Estado.

El caso de “Ekoria Apapa Efo” es un recordatorio de cómo el régimen cubano ha invadido incluso los espacios más sagrados y autónomos en su afán de controlarlo todo. La comunidad Abakuá de Los Pocitos, en Marianao, ha tomado un paso valiente al visibilizar esta problemática, pero enfrenta un panorama incierto ante la represión que suele seguir a actos de resistencia.

Con este acto de protesta, los practicantes buscan no solo defender su tradición, sino también alertar al mundo sobre las prácticas opresivas del régimen cubano hacia las religiones afrodescendientes. La quema de “Ekoria Apapa Efo” es un llamado de atención sobre la necesidad de proteger estos espacios espirituales de cualquier intervención política.

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