Henry Constantin detenido durante más de 24 horas e interrogado múltiples veces

El periodista independiente Henry Constantin, director del medio La Hora de Cuba y vicepresidente regional para Cuba de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ha sido detenido por más de 24 horas y sometido a múltiples interrogatorios en el Centro de Clasificación de detenidos conocido como El Vivac, en el reparto Capri, municipio Arroyo Naranjo, La Habana. Esta instalación, utilizada frecuentemente como prisión de tránsito para opositores políticos, es ahora el escenario de otra acción represiva contra la libertad de prensa en la isla.

Durante su detención, Henry Constantin logró realizar una breve llamada telefónica en la que comunicó que las autoridades justificaron su arresto bajo el argumento de que habría “violado el control legal” que se le impone en Camagüey, alegando que su presencia en La Habana es “ilegal”. Según la información proporcionada, su traslado de regreso a Camagüey está condicionado a la disponibilidad de combustible, lo que refleja las limitaciones logísticas que incluso afectan los actos de represión del régimen cubano.

En el transcurso de estas horas, Constantin fue interrogado por seis agentes de la Seguridad del Estado, entre ellos el teniente coronel Alejandro, jefe de la región de La Habana; el segundo al mando de la contrainteligencia; y tres agentes identificados como Yunior, Rodrigo y Pablo. Esta situación recuerda un incidente similar ocurrido en septiembre de 2023, cuando Henry fue detenido y trasladado a El Vivac durante la Cumbre del Grupo de los 77 + China. En ambos casos, su detención parece tener como objetivo silenciarlo y evitar que reporte acontecimientos sensibles para el régimen.

En esta ocasión, la detención coincide con los preparativos para la marcha organizada por el régimen este viernes 20 de diciembre, una fecha en la que Henry podría haber expuesto posibles violaciones de derechos humanos o manejos autoritarios.

Desde La Hora de Cuba se ha exigido la liberación inmediata de Henry Constantin, así como la de todos los periodistas independientes que se encuentran detenidos o bajo vigilancia arbitraria. Este medio también condena enérgicamente los continuos ataques contra la libertad de expresión y de prensa en Cuba, prácticas que buscan intimidar y silenciar a quienes se atreven a informar la verdad.

El caso de Henry Constantin evidencia, una vez más, las condiciones precarias y riesgosas en las que opera el periodismo independiente en la isla, donde el régimen utiliza herramientas represivas para controlar cualquier narrativa que escape de su discurso oficial.

La detención de Henry no solo representa un atropello contra su libertad individual, sino también un ataque directo a la labor periodística en un país donde pensar y hablar siguen siendo actos de resistencia.

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