
Advertencia al turismo: el brote de hepatitis A en Cuba y sus riesgos para los visitantes
El régimen cubano ha emitido una alerta sanitaria tras el aumento de casos de hepatitis A en diversas regiones de la isla. Este virus, que afecta al hígado, se transmite principalmente por la ingesta de agua y alimentos contaminados, aunque también puede propagarse a través de relaciones sexuales y el contacto cercano con personas infectadas.
En la provincia de Cienfuegos, especialmente en el consejo popular de Reina, se ha detectado un brote significativo, atribuido a la contaminación del agua potable por aguas residuales. Las autoridades locales han señalado que las deficiencias en las redes hidráulicas, incluidas fugas y obstrucciones, han facilitado la propagación del virus.
Para contener el brote, el régimen ha implementado medidas de emergencia, como la reparación de las infraestructuras de agua, la instalación de equipos de cloración para desinfectar el suministro y campañas de limpieza dirigidas a eliminar basureros ilegales que podrían ser focos de contaminación.
La hepatitis A: una amenaza prevenible
La hepatitis A es una enfermedad viral que causa inflamación del hígado. Entre los síntomas más comunes se encuentran fiebre, malestar general, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, orina oscura y coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia). Si bien la mayoría de los afectados se recuperan completamente y desarrollan inmunidad de por vida, en casos graves puede llevar a insuficiencia hepática aguda, especialmente en personas mayores o con enfermedades hepáticas preexistentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que la enfermedad puede prevenirse mediante la mejora de las prácticas de higiene, como el lavado de manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño, el consumo de agua potable segura y la manipulación adecuada de los alimentos. Asimismo, la vacunación es una herramienta eficaz para proteger a las personas en riesgo y prevenir brotes como el que enfrenta Cuba actualmente.
Riesgos para los viajeros
La hepatitis A es altamente contagiosa y se transmite principalmente por la ingesta de agua o alimentos contaminados con heces humanas. En el contexto cubano, donde las infraestructuras básicas como el suministro de agua potable y el saneamiento han mostrado fallos críticos, los turistas corren el riesgo de exponerse al virus, especialmente si consumen alimentos en lugares no regulados o agua no embotellada.
Además de la vía alimentaria, el virus puede propagarse a través del contacto cercano con personas infectadas, incluido el contacto físico o sexual. Para los viajeros, esto representa un riesgo adicional en ambientes turísticos como hoteles, restaurantes y eventos sociales.
Una crisis que evidencia problemas estructurales
El brote de hepatitis A pone de manifiesto las serias deficiencias en el sistema de agua y saneamiento en la isla, agravadas por años de falta de mantenimiento e inversión en infraestructura. En este contexto, las autoridades sanitarias han intensificado los esfuerzos para controlar la situación, aunque los retos son significativos.
Este brote subraya la importancia de abordar los problemas estructurales en la isla, más allá de las soluciones temporales, para garantizar que la población tenga acceso a agua potable segura y a sistemas de saneamiento adecuados.
Un llamado a la prevención
En medio de esta crisis, los expertos recomiendan mantener estrictas prácticas de higiene personal y comunitaria. Lavarse las manos, hervir el agua para consumo y garantizar una manipulación higiénica de los alimentos son acciones fundamentales para evitar la propagación del virus.







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