Preocupación y críticas por las condiciones de cuidado en el Hogar de Ancianos en Guantánamo

Un reciente post en la página de Facebook “Revolico Guantánamo” del Ministerio de Ayuda “Dios es Amor” ha generado intensas reacciones en redes sociales. La publicación documenta una visita al Hogar de Ancianos San José, también conocido como “La Loma de la Piña” en Guantánamo, para compartir tiempo con el señor Aurelio, un residente del centro que pronto celebrará su cumpleaños, el día 12 de diciembre.

En el texto, la autora expresa alegría por el estado de Aurelio, afirmando que está siendo atendido, aseado y bien cuidado por el personal del hogar. Asimismo, se invita a la comunidad a colaborar con donaciones monetarias para celebrar su cumpleaños.

Sin embargo, las fotografías del señor Aurelio, visiblemente delgado y con signos de desnutrición, desencadenaron una ola de comentarios críticos entre los usuarios. Varias personas cuestionaron la afirmación de que está recibiendo el cuidado adecuado. Entre las reacciones más destacadas, un usuario expresó: “No creo que esté bien atendido, no mientan por favor, solo hay que ver que está en los huesos”. Otro comentó que, tras experiencias personales con el hogar, considera que las condiciones de cuidado son “muy malas”.

Algunos comentarios también apuntaron a posibles problemas sistémicos en el hogar. “Ese abuelito necesita alimentación adecuada”, escribió una usuaria, mientras otro narró que tuvo que sacar a un familiar del mismo hogar debido a la mala atención recibida.

La publicación ha abierto un debate sobre las condiciones de los ancianos en este tipo de instituciones en Cuba, donde la falta de recursos y la crisis económica podrían estar afectando los estándares de cuidado. Las imágenes acompañan la preocupación de los comentaristas, evidenciando el deterioro físico del señor Aurelio.

Por otro lado, el post también recibió palabras de apoyo y bendiciones para el equipo que visitó el hogar, aunque estas interacciones fueron notablemente menos frecuentes que las críticas.

El caso pone de relieve la importancia de la supervisión y el cuidado en los hogares de ancianos, y plantea preguntas sobre la capacidad de estas instituciones para ofrecer atención adecuada a sus residentes en un contexto de crisis nacional.