El Club “La Costa” de Cojímar: Del símbolo local al basurero olvidado

Cojímar, un barrio histórico de La Habana con un profundo arraigo cultural, enfrenta una crisis de abandono en una de sus zonas más emblemáticas: el Club “La Costa” y el campo de pelota adyacente. Lo que alguna vez fue un lugar de encuentro comunitario y símbolo del desarrollo local ahora yace en ruinas, convertido en un vertedero que afecta gravemente la calidad de vida de los vecinos.

El Club “La Costa”, antaño punto de referencia para actividades recreativas y deportivas, se encuentra en estado deplorable. Las imágenes captadas por vecinos muestran estructuras destruidas, montones de basura y grafitis que intentan, sin éxito, disuadir el arrojo de desperdicios. El terreno del antiguo campo de pelota no presenta mejores condiciones, cubierto de escombros y vegetación sin mantenimiento.

Esta situación ha generado preocupación y descontento en la comunidad, que ve cómo estos espacios, parte de la identidad del barrio, se deterioran frente a la indiferencia de las autoridades. “No arrojar basura”, reza una de las pintadas en las ruinas del club, un testimonio gráfico de un problema que parece haberse salido de control.

La acumulación de residuos en la zona no solo afecta la estética del barrio, sino que representa un peligro para la salud de los residentes. Los desechos atraen plagas, generan malos olores y convierten a la zona en un punto insalubre. Además, la falta de atención y limpieza perpetúa un ciclo de abandono y desidia que alimenta la desesperanza entre los habitantes.

Según testimonios, el deterioro del club y del campo de pelota refleja el estado de muchos espacios públicos en Cojímar. “Estos lugares eran fundamentales para la vida del barrio, ahora son focos de basura y olvido”, lamenta un vecino que prefirió no identificarse.

Los vecinos también temen que el deterioro alcance otros puntos de valor histórico en Cojímar, como el torreón, y urgen una respuesta inmediata por parte de las autoridades locales. El rescate de estos lugares emblemáticos no solo devolvería su utilidad a la comunidad, sino que también recuperaría una parte fundamental del patrimonio cultural de Cojímar.

El caso del Club “La Costa” y el campo de pelota es un reflejo de la desatención hacia las infraestructuras públicas en Cuba. Su recuperación requiere voluntad política, recursos y una planificación que involucre a la comunidad. Cojímar merece un futuro donde sus espacios históricos sean protegidos y donde sus residentes puedan disfrutar de un entorno limpio y saludable.

El llamado está hecho: es hora de que las autoridades actúen para evitar que este rincón histórico de La Habana se convierta en un símbolo más del abandono. La comunidad espera que su clamor sea escuchado, porque el tiempo no espera, y con él, también se deteriora la memoria colectiva de Cojímar.

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