Berta Soler: Tres días desaparecida tras detención arbitraria

Por tercera jornada consecutiva, no hay información sobre el paradero de Berta Soler Fernández, líder y representante del movimiento no violento Damas de Blanco, un colectivo de mujeres que lucha por la liberación de los presos políticos en Cuba y el respeto a los Derechos Humanos en la isla. Detenida el pasado domingo, Soler continúa en paradero desconocido, mientras las autoridades cubanas niegan su detención, agravando la incertidumbre y la preocupación de sus allegados y activistas en todo el mundo.

Su esposo, Ángel Moya, también ex preso político, ha denunciado desde su residencia en Lawton que, al comunicarse con la línea de información policial (106), se le informó que Berta no figura como detenida. Sin embargo, esto no es un caso aislado; las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzadas temporales son estrategias habituales de la Seguridad del Estado cubana para hostigar y desgastar a quienes defienden los derechos fundamentales en el país.

Un patrón alarmante

Esta es la 105ª detención arbitraria que sufre Berta Soler, quien cada semana lidera junto a las Damas de Blanco una protesta pacífica, enfrentándose a un régimen que considera su activismo una amenaza. Aunque antes las detenciones solían ser breves —detenida los domingos y liberada los lunes—, en los últimos meses el patrón ha cambiado drásticamente, con períodos más prolongados de desaparición, aumentando la presión psicológica sobre ella y su familia.

El régimen no ha ocultado su intención de intimidar a la líder opositora. Berta ha sido objeto de amenazas explícitas por parte de oficiales, quienes le han sugerido que abandone el país para evitar un futuro encarcelamiento. Según denuncias de activistas, el gobierno estaría esperando el “momento oportuno” para formular cargos falsos y condenarla a varios años de prisión, una estrategia que ya se ha aplicado contra otros líderes de la disidencia.

La lucha por los derechos humanos en Cuba

Berta Soler, reconocida internacionalmente por su defensa de los derechos humanos, es un símbolo de resistencia frente a la represión en Cuba. Las Damas de Blanco, organización que lidera, surgieron en 2003 durante la Primavera Negra, cuando 75 opositores fueron encarcelados por razones políticas. Desde entonces, este movimiento ha exigido la liberación de presos políticos y el fin de las violaciones a los derechos humanos en la isla, siempre a través de acciones pacíficas.

Silencio oficial y creciente preocupación

El silencio de las autoridades sobre el paradero de Berta Soler no solo es una violación a sus derechos, sino que refleja una práctica sistemática del régimen cubano para infundir miedo y desmoralizar a los defensores de derechos humanos. La comunidad internacional, organizaciones de derechos humanos y gobiernos democráticos han condenado estas prácticas, exigiendo su liberación inmediata.

Mientras tanto, la incertidumbre persiste. Su esposo, sus compañeras de lucha y miles de cubanos preocupados por el destino de esta mujer valiente continúan alzando la voz, exigiendo respuestas y justicia.

¿Qué sigue?

El caso de Berta Soler evidencia una vez más la grave situación de los derechos humanos en Cuba y la vulnerabilidad de quienes se atreven a desafiar al régimen. La detención prolongada sin cargos es una herramienta más del sistema para silenciar a las voces críticas, pero también un llamado a la comunidad internacional para intensificar la presión y exigir el fin de estas prácticas.

Berta Soler representa una lucha que trasciende fronteras. Su desaparición no puede pasar desapercibida; su voz no puede ser silenciada.

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