Artista cubano Yulier Rodríguez denuncia sabotaje a sus mensajes de libertad en la Bienal de La Habana

El artista plástico cubano Yulier Rodríguez, conocido por su obra cargada de crítica social y política, denunció a través de sus redes sociales un acto de sabotaje contra su reciente intervención artística en la obra del alemán Martin Steinert, exhibida en la Bienal de La Habana.

Rodríguez había plasmado frases como “Libertad para los presos políticos”, “Libertad para Luis Manuel” y “Libertad para José Daniel Ferrer”, en tablas de madera de la instalación, generando amplio apoyo en redes sociales por su valentía. Sin embargo, horas después, el artista compartió nuevas imágenes mostrando cómo sus mensajes habían sido alterados o cubiertos deliberadamente. En uno de los casos, el texto “Libertad para Maikel” fue sobreescrito con trazos que borraron parcialmente el contenido, mientras que otras frases fueron cubiertas o distorsionadas.

“Mis deseos son los únicos que tienen que ser tapados”

En una publicación en su perfil de Facebook, Rodríguez expresó su indignación al señalar: “Parece que mis deseos son los únicos que tienen que ser tapados en la obra de Steinert”. Sus palabras reflejan no solo frustración, sino también una crítica al ambiente represivo que limita la libertad de expresión en Cuba, incluso en espacios artísticos supuestamente abiertos al diálogo.

El acto de sabotaje se suma a la lista de obstáculos que enfrentan artistas y activistas independientes en la isla, donde cualquier mensaje contrario a la narrativa oficial del régimen es rápidamente reprimido. En este caso, la censura ocurrió en un contexto internacional, durante la Bienal, lo que subraya la sensibilidad del gobierno cubano frente a denuncias públicas.

Reacciones en redes sociales

El incidente ha provocado una ola de solidaridad hacia Rodríguez, con usuarios criticando lo que describen como un intento de silenciar un mensaje legítimo de denuncia. “Esto solo demuestra el miedo que tienen a la verdad”, comentó un seguidor en su publicación. Otros señalaron la ironía de que en un espacio dedicado al arte contemporáneo, que debería celebrar la libertad creativa, se censure un acto de expresión.

La Bienal como escenario de resistencia

La Bienal de La Habana ha sido, en los últimos años, un espacio de tensiones entre el arte oficialista y las expresiones independientes. La intervención de Yulier Rodríguez, y el posterior sabotaje de sus mensajes, ejemplifican la lucha constante entre la censura estatal y el esfuerzo por mantener el arte como un espacio de resistencia.

Rodríguez, conocido por sus figuras simbólicas en los muros de La Habana, ha reafirmado su compromiso con la denuncia social, incluso frente a intentos de deslegitimar su mensaje. Este acto de censura no hace más que amplificar su protesta, demostrando una vez más el poder del arte como catalizador del cambio social y político en contextos represivos.