Las Mangas: Un reflejo de la represión en Cuba a través de la voz de un preso político

La Prisión Provincial Las Mangas, en el oriente cubano, no es solo un centro de detención; es también testigo y protagonista de las duras realidades que enfrentan los presos políticos en la isla. Desde sus celdas, activistas como Julio César Vega Santiesteban alzan la voz para denunciar lo que consideran una maquinaria de represión sistemática diseñada por el régimen cubano.

Vega Santiesteban, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y encarcelado desde el 3 de abril de 2018, cumple una condena de 21 años, fruto, según afirma, de invenciones fabricadas por la Seguridad del Estado. «Te sacamos de las calles y ahora sales viejo o sales muerto», asegura que le dijeron los oficiales en aquel entonces, dejando claro el propósito del régimen: silenciar cualquier disidencia.

Una condena más allá de las rejas

El activista describe un ambiente de constante represión, hacinamiento y abusos tanto físicos como psicológicos. Además, la falta de atención médica y las condiciones insalubres han deteriorado gravemente su salud. Desde hace más de un año, ha perdido la visión en su ojo derecho, sin recibir diagnóstico ni tratamiento especializado. «¿Hasta cuándo?», clama, reflejando la desesperación que vive junto a otros presos políticos, entre ellos Edel Frómeta, León C. Rodríguez y Yamir Echavarría, quienes también sufren las mismas privaciones y malos tratos.

Denuncias en voz alta

A pesar de la dureza de su encierro, Vega Santiesteban no ha dejado de denunciar las violaciones a los derechos humanos en Cuba. Sus cartas, llenas de un profundo llamado a la libertad, destacan la persistencia del régimen en sofocar cualquier intento de resistencia, ya sea a través de encarcelamientos arbitrarios o mediante tácticas intimidatorias que buscan minar la moral de quienes se atreven a soñar con una Cuba libre. .

El activista también recuerda a los manifestantes de las históricas protestas de julio de 2021 y marzo de 2024, muchos de los cuales permanecen encarcelados por exigir derechos básicos y justicia. Sus demandas se mantienen firmes: la liberación inmediata de todos los presos políticos y el respeto a los derechos humanos.

Un llamado a la esperanza

«Viva la libertad, la justicia y la paz», concluye Vega Santiesteban en su mensaje, un grito que trasciende los muros de Las Mangas y que resuena en el corazón de quienes defienden los derechos humanos dentro y fuera de Cuba. En medio de la oscuridad, su esperanza en una Cuba democrática e igualitaria permanece intacta.

La historia de Julio César Vega Santiesteban y de tantos otros activistas encarcelados no es solo un testimonio de sufrimiento, sino también de resistencia y determinación frente a un régimen que busca acallar las voces que claman por un cambio. Mientras tanto, el mundo observa, y la lucha por una Cuba libre continúa.

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