Régimen cubano quiere despojar a Ariel Ruiz Urquiola y su madre de sus tierras: entre el cinismo y la violencia estatal

En un nuevo acto que refleja el autoritarismo del régimen cubano, el Ministerio de la Agricultura (Minagri) ha emitido la Resolución 164/2024, extinguiendo el contrato de usufructo que Ariel Ruiz Urquiola mantenía sobre una parcela en Viñales. La medida afecta directamente a su madre, Isabel Urquiola, de 77 años, quien reside en las tierras y cuya vida está dedicada al cuidado de animales y plantas. Sin embargo, lo más indignante es que tanto Ariel como su hermana Omara Ruiz Urquiola están fuera de Cuba debido a que la dictadura les prohíbe regresar a su propio país.

Un despojo con trasfondo político

La resolución, emitida por la Delegación Municipal del Minagri en Viñales, justifica la extinción del contrato argumentando la no renovación del mismo y el supuesto abandono de las tierras. Sin embargo, estas razones se desmoronan ante los hechos: Ariel y Omara no pueden regresar a Cuba porque el régimen, a través de un exilio forzoso, les niega la entrada al país. Es el propio gobierno quien ha creado las condiciones para que el contrato no pueda renovarse, utilizando esta excusa para arrebatar lo poco que les queda a quienes han sido críticos abiertos del sistema.

Isabel Urquiola, de 77 años, se enfrenta a la amenaza de ser desalojada de las tierras que cuida con esmero y dignidad. Esta mujer, cuyo carácter y esfuerzo superan con creces la ineptitud de los generales que gobiernan desde su tambaleante cúpula de poder, se ve ahora víctima de un régimen que, en un acto de crueldad y abuso, busca aprovecharse de la forzada ausencia de sus hijos. para consumar este despojo injusto.

Una dictadura obsesionada con el control.

El caso de los Ruiz Urquiola evidencia el cinismo de las autoridades cubanas. En un país donde millones sufren apagones, falta de agua, escasez de alimentos y medicamentos, el régimen parece más interesado en apropiarse de un pequeño pedazo de tierra en una montaña de Viñales que en solucionar los problemas que realmente afectan a la población.

El régimen no perdona a quienes han osado alzar la voz contra sus abusos. Ariel y Omara Ruiz Urquiola han sido figuras destacadas en la denuncia de violaciones de derechos humanos en Cuba, y este acto no es más que una muestra del uso de las instituciones estatales como herramientas de represión.

A pesar de la represión, los Ruiz Urquiola han demostrado una y otra vez su resistencia y su compromiso con la verdad. Este nuevo intento del régimen de acallar sus voces solo evidencia el miedo que tienen a quienes defienden los derechos humanos y la dignidad. La lucha por la justicia para Isabel, Ariel y Omara es también la lucha por el derecho de todos los cubanos a vivir sin miedo, en un país que no pertenezca a una cúpula corrupta, sino a su pueblo.

El desalojo de Isabel Urquiola no es solo un ataque personal; es un símbolo del deterioro moral y político de un régimen que ha perdido toda legitimidad.

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