La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó sobre la grave situación que atraviesa el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) al 21 de noviembre de 2024, enfrentando un déficit severo de generación eléctrica que impacta de manera directa en la vida diaria de la población cubana.

¿Qué significan estos números en horas sin luz?

El SEN no puede generar suficiente electricidad para satisfacer la demanda, lo que se traduce en apagones extendidos en todo el país . Según el informe oficial:

• Ayer, la afectación máxima fue de 1735 MW a las 18:20 horas. Esto equivale a unas 16 horas sin electricidad en promedio para la gran parte de los hogares.
• Durante la madrugada de hoy, el servicio continuó afectado, acumulando apagones nocturnos y mañaneros que suman hasta 10 horas adicionales en algunas regiones.

Pronóstico para hoy

La UNE estima para el horario pico una afectación de 1495 MW , lo que podría traducirse en al menos 14 horas sin servicio eléctrico , dependiendo de la región y de la prioridad asignada a sectores específicos.

En total, el día de hoy podría registrar entre 14 y 16 horas sin electricidad en promedio , lo que deja apenas un margen de 6 a 8 horas de servicio eléctrico diario , insuficientes para cubrir las necesidades básicas de los cubanos.

¿Por qué sucede esto?

Los cortes prolongados se deben a:

1. Averías en plantas clave : Varias unidades de generación de las principales termoeléctricas del país están fuera de servicio, como las CTE Mariel, Matanzas, Felton y Renté.
2. Falta de mantenimiento : Otras unidades están en proceso de reparación, agravando el déficit.
3. Problemas con el combustible : La falta de suministro ha dejado inactivas 45 centrales de generación distribuidas, sumando aún más presión al sistema.
4. Impacto del huracán Rafael : En Artemisa, el huracán dañó redes eléctricas, dejando 40 MW fuera de servicio, lo que representa apagones adicionales en esa provincia.

Impacto social

La población enfrenta una realidad de apagones que pueden superar las 16 horas en las zonas más afectadas , lo que no solo afecta la calidad de vida, sino también la conservación de alimentos, el trabajo y la educación.

Las autoridades prometen soluciones que nunca llegan. Los cubanos escuchan reiteradamente términos como «pronto restablecimiento» o «medidas para mitigar la crisis», mientras los cortes de electricidad se hacen cada vez más largos y frecuentes.
Estas promesas no son más que paliativos, sin un plan real que ataca la raíz del problema: años de desinversión y mala gestión.