El abogado y activista cubano Fernando Almeyda no se contuvo al expresar su indignación por el reciente romance de la actriz Ana de Armas con Manuel Anido Cuesta, hijastro del presidente cubano Miguel Díaz-Canel. En una publicación en su cuenta de Facebook, Almeyda arremetió contra la actriz, cuestionando tanto su ética como su sensibilidad hacia la difícil situación que enfrenta el pueblo cubano bajo el régimen de Díaz-Canel.

En su post, Almeyda comienza señalando que las trabajadoras sexuales tienen mayor dignidad que la actriz, argumentando que estas actúan por necesidad mientras que, según él, Ana de Armas busca estas relaciones por oportunismo. El abogado califica su comportamiento como “asqueroso” y “vergonzoso”, criticando que una figura pública de origen cubano como ella decida involucrarse sentimentalmente con alguien estrechamente vinculado al régimen responsable de la represión en Cuba.

La publicación de Almeyda no solo es una crítica personal, sino un señalamiento político y social. El abogado enfatiza que esta relación envía un mensaje de insensibilidad hacia las víctimas de las acciones del gobierno de Díaz-Canel, quien ha sido señalado por organismos internacionales de derechos humanos por violaciones graves, incluyendo la represión violenta de las protestas del 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos salieron a las calles exigiendo libertad y justicia.

Almeyda no escatima en adjetivos para describir su desaprobación, pronosticando un futuro lleno de consecuencias negativas para la actriz debido a su vinculación con una figura asociada a lo que él llama “los amigos de los terroristas de medio mundo”. Además, compara a De Armas con otras actrices a quienes reconoce talento, insinuando que su éxito es superficial y basado únicamente en su apariencia.

El abogado concluye su mensaje asegurando que olvidarla será un “placer”, al tiempo que lamenta la existencia de personas que, según él, perpetúan la desgracia con sus “imbecilidades”. La publicación de Almeyda refleja la frustración de muchos cubanos en el exilio y dentro de la isla, quienes consideran que figuras públicas como Ana de Armas tienen una responsabilidad moral de condenar los abusos del régimen cubano en lugar de asociarse con su círculo de poder.

Este incidente reabre el debate sobre el rol de las celebridades y figuras públicas con raíces en países que enfrentan crisis de derechos humanos. ¿Deben estas figuras alzar su voz en favor de la justicia y la libertad, o es válido que mantengan un enfoque exclusivamente personal y profesional? Mientras tanto, la relación entre Ana de Armas y Manuel Anido Cuesta no solo ha generado titulares en la prensa rosa, sino también un encendido debate político y social.

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias