Imagen desenfocada para proteger la identidad del paciente

La provincia de Guantánamo, una de las más golpeadas por la crisis económica que afecta a Cuba, enfrenta una alarmante falta de recursos esenciales en el sistema de salud. Los pacientes, especialmente los de comunidades rurales, se ven obligados a adquirir libretas y llevarlas consigo para que los médicos puedan registrar sus datos clínicos, debido a la carencia total de modelos oficiales de historias clínicas en los consultorios.

Imagen desenfocada para proteger la identidad del paciente y médico

Un sistema en decadencia

El deterioro del sistema de salud cubano, alguna vez elogiado como modelo en la región, es cada vez más evidente. La falta de modelos de historias clínicas es solo un síntoma de un problema estructural más amplio. Médicos y pacientes han expresado su preocupación por cómo esta situación compromete la calidad de los servicios. Sin documentación adecuada, el seguimiento a enfermedades crónicas, embarazos de alto riesgo y otras condiciones críticas se dificulta gravemente, poniendo en peligro vidas humanas.

«Ya ni siquiera tenemos hojas donde registrar el estado de los pacientes. Si el paciente no trae su libreta, simplemente no hay cómo dejar constancia de su evolución», comentó un médico guantanamero bajo condición de anonimato. Según fuentes locales, el Estado no ha suministrado estos modelos básicos en meses, lo que agrava la ya precaria situación de los consultorios.

Dietas insuficientes para embarazadas

A esta problemática se suma la pésima calidad de las dietas destinadas a embarazadas, un grupo particularmente vulnerable. Las mujeres en estado de gestación, quienes deben recibir una alimentación balanceada y rica en nutrientes, denuncian que apenas reciben raciones de arroz, frijoles y una porción mínima de proteínas cuando están disponibles. Esto genera un impacto negativo en la salud tanto de las madres como de los fetos, aumentando los riesgos de complicaciones durante el embarazo y el parto.

Una joven embarazada de 25 años, residente en un barrio rural, expresó: «Nos piden que cumplamos con los chequeos médicos, pero ¿cómo vamos a tener embarazos saludables si no tenemos ni lo básico para comer? Es una contradicción que pone en peligro nuestras vidas».

Preocupación ciudadana

La población de Guantánamo está cada vez más preocupada por el deterioro de los servicios de salud. La percepción generalizada es que el Estado ha abandonado sus responsabilidades fundamentales. La falta de medicamentos, equipos médicos y suministros básicos para consultas de rutina ha generado una sensación de desamparo. «Si en una emergencia no pueden ni registrar bien qué te pasa, ¿cómo vamos a confiar en que nos salvarán la vida?», comentó un vecino.

Una llamada de atención

Esta crisis en el sistema de salud evidencia el colapso de un modelo que una vez fue bandera de orgullo nacional, así se jactaba el ex dictador ya fallecido Fidel Castro Ruz. Sin embargo, hoy la realidad es muy distinta: la falta de recursos, el abandono de los profesionales de la salud y la indiferencia gubernamental están dejando a millas de guantanameros en situación de vulnerabilidad extrema.

La comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos deben prestar atención a esta situación crítica. La salud no debería ser un privilegio ni un lujo, sino un derecho garantizado para todos. Mientras tanto, los guantanameros siguen enfrentando su día a día con resiliencia, aunque cada vez con menos herramientas para garantizar su bienestar.

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