
En una contundente publicación en su perfil de Facebook, la activista y profesora cubana Omara Isabel Ruiz Urquiola expuso un nuevo episodio de acoso por parte de las autoridades cubanas, esta vez dirigido hacia su madre en la finca familiar ubicada en Viñales, Pinar del Río. Ruiz Urquiola, quien actualmente se encuentra en España, reveló que representantes del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) intentaron inducir a su madre a cometer una ilegalidad con el aparente propósito de fabricar un caso en su contra.
“La magnitud de su desespero los ha hecho errar nuevamente”, escribió Omara, subrayando que el régimen cubano no cesa en sus intentos de desacreditarla. Según su denuncia, estos actos buscan “tener algo” que justifique nuevas represalias en su contra.
La batalla legal y personal de Ruiz Urquiola
Omara recordó en su publicación los abusos sufridos por su familia a lo largo de los años. Relató cómo el régimen encarceló a su padre, un militar decente, por alzar su voz contra las injusticias. Además, defendió el proceso legal por el cual obtuvo la nacionalidad española, asegurando que cumplió con todos los pasos establecidos por las leyes cubanas y españolas, en contraste con las prebendas que han disfrutado los descendientes de los Castro.
“La tramitación de mi nacionalidad europea se hizo en La Habana […] como los miles de cubanos que, de conformidad entre los gobiernos de Cuba y España, han optado por ese derecho de nacimiento”, señaló, desmintiendo cualquier insinuación de irregularidad.
La activista también denunció las restricciones que ha enfrentado en Estados Unidos, donde le han impedido abordar vuelos en repetidas ocasiones, lo que, según sus palabras, responde a una estrategia para mantenerla alejada de su hogar en Cuba.
Un mensaje de resistencia
Ruiz Urquiola dejó claro que no cederá ante las presiones del régimen. Con un poder notarial que la respalda legalmente sobre la vivienda y los animales de la finca familiar, aseguró que continuará luchando por regresar a su hogar en Viñales, pese a las amenazas que se ciernen sobre ella y su familia.
“No voy a desistir, una y otra vez trataré de llegar a mi casa”, afirmó, agregando un mensaje directo a sus perseguidores: “A ustedes les van quedando dos opciones, o dejan de intentar lo imposible, o terminan lo que empezaron y me matan”.
El apoyo incondicional de su madre
En medio del hostigamiento, Omara compartió palabras de fortaleza enviadas por su madre, quien se encuentra en buen estado físico y emocional, trabajando en la finca y esperando el reencuentro con su hija. “Sabemos que lidiamos con asesinos”, concluyó Omara, destacando que, pese al peligro, sigue firme en su propósito.
Este caso pone de manifiesto una vez más el alcance del hostigamiento gubernamental en Cuba contra los disidentes y sus familias, así como la determinación de quienes, como Omara Ruiz Urquiola, no se rinden en su lucha por la justicia y la libertad.







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