El 16 de noviembre de 2024 marca el cuarto aniversario del histórico Acuartelamiento de San Isidro, una fecha emblemática para la resistencia cívica en Cuba. Desde la prisión de máxima seguridad de 5 y medio en Pinar del Río, Maykel Osorbo, uno de los rostros más reconocidos del movimiento San Isidro, ha enviado una emotiva carta que reitera su compromiso con la lucha por la libertad de Cuba.

La carta, entregada a su familia durante su visita mensual el pasado 15 de noviembre, refleja un mensaje de fortaleza y gratitud hacia sus seguidores, amigos y compañeros de lucha. En ella, Osorbo enfatiza su humanidad y humildad, subrayando que no se considera un “superhombre” sino simplemente un ser humano con un profundo aprecio por quienes lo han acompañado en su causa.

“Ustedes son el todo que llenó el vacío de la nada que quedó en el olvido”, escribió el músico y activista, destacando cómo el apoyo de sus amigos y seguidores se ha convertido en su principal motivación en medio de la adversidad. Asimismo, dejó entrever su persistente creatividad y resistencia al anunciar que está trabajando en nuevas canciones, un recordatorio de que su voz sigue siendo un símbolo de esperanza para muchos.

El mensaje de Osorbo llega en un momento de particular simbolismo, no solo por el aniversario del Acuartelamiento de San Isidro, sino también por el contexto de creciente represión en Cuba. A pesar de las condiciones adversas que enfrenta en prisión, el artista continúa mostrando una resiliencia admirable, convirtiéndose en un faro de inspiración para aquellos que luchan por un cambio en la isla.

El llamado a compartir esta carta se ha viralizado en redes sociales, bajo el hashtag #FreeMaykelOsorbo, como un gesto de solidaridad y un recordatorio de que la lucha por la libertad sigue viva.

Maykel Osorbo, cuyo activismo y música han sido fundamentales en el movimiento opositor, permanece como un símbolo de resistencia pacífica frente a un régimen que busca silenciar cualquier voz disidente. Su carta, cargada de emoción y significado, reafirma que, incluso desde las condiciones más difíciles, el espíritu de lucha no puede ser encarcelado.