
Fernando Michel Barzaga Mompié, preso político y manifestante del 11 de julio de 2021, ha hecho llegar un mensaje desgarrador desde la prisión provincial de Granma, Las Mangas. En un audio enviado a nuestra redacción, Barzaga describe las condiciones precarias y la falta de insumos básicos que padecen los reclusos en dicha instalación.
Según el testimonio de Barzaga, el único pan disponible, el cual comparte en unas fotos enviadas junto al mensaje, es caso tanto en tamaño como en sabor, y no se recibe todos los días. Este alimento es, en teoría, el único acceso que los presos tienen a un desayuno, una situación que evidencia el estado de precariedad en el que se encuentran.
Además, Barzaga denuncia la presencia de plagas conocidas como “chinchas”, insectos chupasangre que atacan constantemente a los reclusos, provocando inflamaciones y alergias a quienes son sensibles a sus mordeduras. Esta plaga ha hecho imposible el descanso adecuado de los presos, contribuyendo al deterioro físico y psicológico que enfrentan en su reclusión.

La situación alimentaria, según Barzaga, es mucho más grave de lo que el gobierno cubano informa. En su denuncia, relata cómo el almuerzo y la cena que reciben en la prisión son insuficientes para satisfacer las necesidades mínimas de una persona. Las raciones son escasas, apenas alcanzando las tres o cuatro onzas, y la calidad de la comida está muy lejos de los estándares aceptables para el consumo humano. Las autoridades de La Habana, afirma Barzaga, presentan una versión distorsionada de la realidad, omitiendo los detalles de esta “tortura antihumana” que enfrentan los prisioneros.

Este acto de valentía por parte de Barzaga no está exento de graves consecuencias. En Cuba, las autoridades penitenciarias son extremadamente cuidadosas para evitar que información sobre las condiciones en las cárceles trascienda sus muros, y cualquier intento de romper ese silencio puede desencadenar severas represalias. Filtrar imágenes o audios desde el interior de las prisiones es considerado una transgresión que, en muchos casos, se castiga con ejemplarizantes, medidas destinadas a desanimar a otros prisioneros de hacer lo mismo.
El riesgo que asume Barzaga al exponer estas evidencias es considerable. Al decidir enviar estas imágenes y audios, desafía directamente el control férreo de las autoridades cubanas y pone en riesgo su propia integridad física y psicológica. Su valentía al levantar la voz por quienes permanecen silenciados en condiciones deplorables, sin acceso a los derechos básicos, resalta la magnitud de la injusticia en el sistema penitenciario cubano y subraya su inquebrantable compromiso con la verdad.

Barzaga concluye su mensaje agradeciendo a todos aquellos “defensores de la verdad, la justicia y los derechos del hombre” dentro y fuera de Cuba y expresando su deseo de que se conozca la verdad sobre las condiciones de los presos en la isla, pese a los riesgos que enfrenta quien decide sacar a la luz pública estas atrocidades.
Esta denuncia se suma a las crecientes evidencias de las condiciones inhumanas en las prisiones cubanas, particularmente en las que albergan a presos políticos y manifestantes del 11 de julio. Desde ClickCuba, seguiremos atentos a las voces de quienes, a pesar de la represión, continúan clamando por justicia y dignidad en Cuba.







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