
La comunidad artística cubana y sus seguidores están de luto tras el fallecimiento de Inima Fuentes, una destacada actriz, cantante lírica, productora y cineasta cuyo inmenso talento y carisma la convirtieron en una figura amada y respetada. Fuentes, conocida por su espíritu incansable y su compromiso con el arte, deja un vacío profundo entre quienes tuvieron la oportunidad de conocerla y trabajar a su lado.
Yunior García Aguilera, dramaturgo y activista cubano, expresó en redes sociales el dolor y la incredulidad que le produjo la noticia. En sus palabras, recordó la luz que Inima irradiaba, su fuerza y su belleza, tanto en lo físico como en lo artístico. “Recuerdo la primera vez que llegó al ISA, cargada de sueños, inocencia y ganas de romper el escenario”, compartió García Aguilera, haciendo alusión al impacto que causó en la escena artística desde sus primeros pasos en el Instituto Superior de Arte (ISA) de Cuba. Su interpretación en “Mujer de Carne y Leche” fue una de sus representaciones más recordadas, un papel que reveló su capacidad de conectarse profundamente con el público y transmitir emociones con una intensidad única.
Inima Fuentes fue mucho más que una actriz y cantante. Su pasión por el arte la llevó a formarse en distintas disciplinas y a rodearse del mejor equipo posible en cada proyecto que emprendía. En sus propias palabras, publicadas hace poco en su cuenta oficial, Inima compartió que, a pesar de haber lidiado con el síndrome del impostor, nunca dejó de aprender y de experimentar con el arte en todas sus facetas. Trabajó en el Centro Hispano, se aventuró en la ópera y el cine, y recientemente celebró la obtención de su título de Máster en Artes del Espectáculo Vivo, un logro que representaba para ella el fruto de años de esfuerzo y dedicación.
En su vida, Inima nunca permitió que las críticas o los estigmas la definieran. “NADIE PUEDE DECIRTE LO QUE PUEDES HACER O NO CON TU VIDA”, escribió, dejando claro que su compromiso con el arte y la creatividad era una fuente inagotable de inspiración para todos. Su legado no solo se encuentra en las obras que dejó, sino en el ejemplo de lucha y perseverancia que transmitió a las nuevas generaciones.
Amigos y colegas recuerdan a Inima como un ser lleno de luz y generosidad, una mujer que siempre sonreía y estaba dispuesta a apoyar a quienes la rodeaban. Su capacidad de llenar de alegría cualquier espacio y su incansable búsqueda por aprender y crear serán recordadas como parte esencial de su legado.
Desde el ISA hasta el Festival de Teatro Joven en Holguín, donde compartió inolvidables experiencias con sus amigos y compañeros, la huella de Inima Fuentes en el arte cubano es innegable. Su partida deja una tristeza profunda, pero también una inspiración inmensa. Su vida y su obra seguirán siendo un recordatorio de que el arte es una herramienta poderosa para transformar, y que la pasión y el compromiso son el verdadero legado que deja un artista.
Luz para Inima Fuentes, y fuerza para sus seres queridos en este momento de dolor.







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