En un evento que ha remecido a la comunidad de Centro Habana, se registró el derrumbe de una antigua edificación ubicada en la esquina de Consulado 67 y las calles Genios y Refugio. Aunque la fachada desgastada por el tiempo y el abandono podría hacer pensar que este era un edificio vacío, los vecinos confirman que, en efecto, había personas residiendo en este espacio hasta hace poco.

Las imágenes captadas en el lugar muestran una estructura en ruinas, con bloques de concreto y restos de paredes que cayeron a la cera, obstruyendo el paso y evidenciando el deterioro avanzado de esta construcción. A pesar de la magnitud del colapso, afortunadamente, no se reportaron pérdidas humanas que lamentar.

Este incidente destaca una realidad urgente en la capital cubana: el estado de muchos inmuebles que, a pesar de ser habitables a simple vista, continúan siendo el hogar de familias que no encuentran otra opción. En esta ocasión, la suerte estuvo de su lado y no hubo víctimas; Sin embargo, el peligro persiste para los residentes de otras edificaciones en condiciones similares.

Los vecinos de la zona manifiestan su preocupación por la falta de medidas de seguridad y mantenimiento en estas estructuras. «Aquí vivían personas hasta hace muy poco; es un milagro que nadie haya salido herido», comentó un residente que prefirió mantener el anonimato. Este suceso vuelve a poner en aliviar la necesidad de programas efectivos de rehabilitación y reubicación de los ciudadanos en situación de vulnerabilidad, especialmente en áreas densamente pobladas como Centro Habana.

Este derrumbe no solo es un recordatorio del abandono estructural, sino también de la resiliencia de quienes sobreviven en estas condiciones. En tanto, las autoridades locales han asegurado el área y han comenzado una evaluación para determinar la estabilidad de las edificaciones circundantes, en un intento de evitar futuras tragedias. Sin embargo, el clamor de los habitantes es claro: se necesita una solución definitiva para estos edificios al borde del colapso.