En un gesto audaz y cargado de simbolismo, el artista y preso político cubano Luis Manuel Otero Alcántara ha convocado a una acción performática en el marco de la 15 Bienal de La Habana. La propuesta titulada «Encuentro con un Artista Preso» busca abrir su celda en la prisión de Guanajay a los participantes de la bienal, ofreciendo una oportunidad única para conocer de cerca el trabajo artístico que ha desarrollado durante sus más de tres años de encarcelamiento.

Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro y crítico abierto del régimen cubano, ha utilizado el arte como un vehículo de resistencia, incluso en condiciones de reclusión. A lo largo de estos años, ha producido una serie de dibujos que permanecen inéditos, resguardados en la intimidad de su celda. Este “encuentro” con sus obras es, según su convocatoria, una experiencia exclusiva para quienes deseen comprender el impacto del encarcelamiento en su proceso creativo y en su mensaje de libertad.

La invitación del artista incluye una convocatoria a los interesados ​​para que contacten a la Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior en La Habana, para coordinar la visita a través de los siguientes números telefónicos:

• +53 5 7858-3604
• 7858 3479
• 7858 3455

Esta acción artística constituye un desafío directo al régimen cubano, que ha buscado silenciar a Otero Alcántara manteniéndolo tras las rejas. Al invitar al público a su celda, el artista convierte su espacio de confinamiento en una plataforma para la denuncia y el diálogo, creando un vínculo con los participantes de la bienal en un ambiente cargado de simbolismo sobre la represión y la censura. Así, Otero Alcántara transforma su encarcelamiento en un acto de resistencia creativa y abre una conversación—paradójicamente controlada—con aquellos que quieran experimentar y entender la dureza de su realidad.

Otero Alcántara ha sufrido en carne propia las limitaciones impuestas a los artistas en Cuba. Sin embargo, desde la prisión, se rehúsa a silenciar su mensaje ya ceder su espíritu creador. A través de esta convocatoria, reafirma su compromiso con la libertad de expresión y con el poder del arte como arma de denuncia.

Esta bienal, marcada por la ausencia y el eco de quienes no pueden participar en libertad, adquiere con esta propuesta de Otero Alcántara un matiz desafiante, recordando al mundo que, en Cuba, el arte sigue siendo un territorio de resistencia.