En una reciente publicación de Cubadebate, el Consejo de Estado de Cuba informó sobre la destitución de Jorge Luis Perdomo Di-Lella como Viceprimer Ministro, citando vagamente “errores en el desempeño de sus funciones” sin ofrecer detalles específicos. En su lugar, ha sido promovido el doctor en Ciencias Eduardo Martínez Díaz, un cambio que resalta la falta de transparencia en las decisiones de la cúpula gubernamental.

A pesar de que se menciona la existencia de errores cometidos por Perdomo Di-Lella, la publicación oficial no profundiza en los motivos detrás de su remoción, lo que refuerza la percepción de opacidad característica en el manejo del poder en Cuba. Esta destitución, junto con otras promociones y designaciones, se presentó como un simple movimiento de cuadros aprobado por el Buró Político del Comité Central del PCC, sin ninguna explicación adicional para la población.

El nuevo Viceprimer Ministro, Martínez Díaz, se desempeñaba previamente como ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, cargo que ahora ocupará Armando Rodríguez Batista. Sin embargo, el enfoque técnico de estos cambios parece quedar opacado por la habitual falta de información clara y concreta sobre los errores, los objetivos y las expectativas de estos nuevos nombramientos.

En definitiva, la destitución de un alto cargo como el Viceprimer Ministro refleja, una vez más, el hermetismo del régimen en sus decisiones y su resistencia a la rendición de cuentas frente a la ciudadanía.