En Cuba, el simple acto de expresar descontento a través de una publicación en redes sociales puede tener consecuencias devastadoras. Es el caso de Víctor Manuel Hidalgo Cabrales, un joven de 29 años que actualmente enfrenta una situación desesperante en prisión. Víctor fue arrestado por realizar una publicación en Facebook donde se quejaba de los prolongados cortes de electricidad en Las Tunas, una denuncia que desencadenó una acusación por «propaganda contra el orden constitucional». Han pasado siete meses desde su arresto y aún no ha sido juzgado.

Las imágenes de su detención y la falta de respuestas de las autoridades han generado indignación entre sus allegados y la comunidad que conoce de cerca su caso. El joven, además de enfrentar la incertidumbre de un juicio pendiente, está sufriendo graves problemas de salud. Según denuncias de su esposa, Víctor lleva más de un mes con una severa inflamación testicular que le ha impedido caminar y dormir con normalidad debido a los intensos dolores.

La situación médica de Víctor ha empeorado ante la falta de atención oportuna. Su esposa ha recurrido a diferentes instancias, desde la Fiscalía Provincial y la Fiscalía Militar hasta la Dirección del Hospital, buscando desesperadamente que se le brinde la atención médica que necesita con urgencia. Sin embargo, pese a la insistencia, las autoridades no han dado respuestas concretas. Tras insistir en la prisión, una doctora accedió a examinarlo y lo remitió al hospital. No obstante, han pasado ya 17 días desde la emisión del “conduce” para su traslado al hospital y Víctor sigue sin recibir la atención médica especializada que requiere.

“Mi esposo se está muriendo de los dolores, le cuesta caminar, tiene que dormir prácticamente sentado”, relata la esposa de Víctor, visiblemente desesperada. Su lucha por buscar justicia y atención para su esposo parece caer en oídos sordos ante una burocracia que se muestra indiferente a las condiciones de los detenidos políticos.

La detención de Víctor Manuel Hidalgo Cabrales ha suscitado preocupaciones y críticas entre defensores de los derechos humanos y ciudadanos cubanos, quienes ven este tipo de casos como una muestra del creciente autoritarismo en la isla. Las autoridades han sido reiteradamente señaladas por utilizar cargos de “propaganda contra el orden constitucional” como un mecanismo para silenciar cualquier crítica o disidencia, especialmente cuando los ciudadanos recurren a las redes sociales para expresar sus quejas ante las dificultades cotidianas.

La situación de Víctor no solo expone la falta de libertades fundamentales en Cuba, sino que también pone de manifiesto las deficiencias del sistema penitenciario para garantizar el derecho a la salud de los prisioneros, una violación flagrante a los derechos humanos. La esposa de Víctor continúa su lucha para que su caso sea atendido, temiendo por su vida ante el deterioro físico al que está siendo sometido sin recibir la atención adecuada.

Este caso clama justicia atención y urgente de las autoridades, y la comunidad internacional debe prestar atención a estas violaciones de derechos que siguen ocurriendo en Cuba. La situación de Víctor Manuel Hidalgo Cabrales es un llamado a todos los defensores de la libertad y la dignidad humana para exigir que se respete el derecho a la vida y la justicia de todos los cubanos.

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