El pasado viernes 25 de octubre, la sala Atenas de Madrid se llenó de emociones y arte rebelde con la presentación del documental Libres por Derecho , dirigido por Kirenia Yalit Núñez Pérez. La pieza, que explora el dolor de las familias cubanas cuyos hijos han sido encarcelados por manifestarse contra la dictadura, impactó a los asistentes no solo por la crudeza de sus testimonios, sino por la manera en la que el sufrimiento se ha convertido en resistencia creativa. .

El documental combina las historias desgarradoras de madres, padres y esposas, con intervenciones artísticas que transforman el dolor en un grito visual. Son 18 artistas plásticos los que, en zonas diversas de La Habana y Santa Clara, plasmaron las experiencias de estas familias en murales que ahora se emergen como símbolos de denuncia y resistencia. Las obras reflejan el sufrimiento y la valentía de aquellos que han sido castigados por exigir libertad.

Las paredes de La Puntilla, Arroyo Naranjo y las canchas de 70, Playa, entre otras locaciones, se convirtieron en el lienzo de esta lucha, en la que los testimonios recogidos de familiares como los de Yunia Núñez Rodríguez, madre del preso político Adrián Rodríguez. Lamas, o los relatos sobre Emilio Román Rodríguez, dieron vida a piezas que van desde lo abstracto hasta lo más explícitamente doloroso.

Libres por Derecho logró captar y transmitir la tristeza, la impotencia y el desgarro de estas familias, pero también su inmensa fortaleza y valentía. Las lágrimas de los asistentes fueron inevitables, pues cada historia resonó con fuerza en la sala, logrando que incluso los más duros se quebraran. No era solo la voz de los protagonistas, sino la obra de los artistas lo que lograba calar hondo, mostrando el poder del arte como medio para reflejar las realidades más crudas y, a la vez, como arma de resistencia.

En un país donde la censura se impone, cada mural, cada trazo, es un acto de rebeldía. «Expresarse en dictadura» ha dejado de ser solo una consigna para convertirse en un movimiento que va más allá de la denuncia y que busca romper el cerco de desinformación impuesto por el régimen cubano. Las obras presentadas y documentadas en Libres por Derecho trascienden lo estético, para convertirse en manifestaciones de resistencia cívica y compromiso social.

El evento concluyó con un aplauso cerrado que duró varios minutos. Y es que, ante tanta fortaleza, ante tanto dolor convertido en valentía, la única respuesta posible era el reconocimiento a quienes, con arte y voz, siguen exigiendo libertad para un pueblo silenciado.