En un hecho que sacude al país, Edwin Santos, coordinador del Comando de María Corina Machado, ha sido encontrado sin vida en circunstancias que evidencian la escalada de represión y violencia política en Venezuela. Santos había sido secuestrado el miércoles por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), y hoy su cuerpo apareció abandonado en una ruta con claros signos de tortura.
Un secuestro con tintes represivos
Testigos informan que el secuestro de Santos ocurrió en horas de la noche, cuando varios vehículos del SEBIN interceptaron su auto. Según denuncias de los familiares y compañeros del comando, el joven líder opositor había recibido múltiples amenazas por su labor de coordinación y movilización en favor de María Corina Machado, líder opositora y candidata presidencial.
Su secuestro fue rápidamente denunciado por la oposición, quienes responsabilizaron al régimen de Nicolás Maduro de cualquier daño que pudiera sufrir. Sin embargo, sus llamados para su liberación cayeron en oídos sordos.
Hallazgo y signos de tortura
El cuerpo de Edwin Santos fue hallado en una ruta rural al sur de Caracas, en un área que según reportes de ONGs locales, ha sido utilizada por fuerzas de seguridad para deshacerse de sus víctimas. Fuentes cercanas al caso revelaron que el cadáver presentaba signos evidentes de tortura, con marcas de golpes, quemaduras y heridas de gravedad.
Las imágenes filtradas y las descripciones ofrecidas por quienes pudieron ver el cuerpo han causado indignación y horror entre los sectores opositores y la sociedad civil, quienes denuncian un patrón de violencia y persecución que busca sembrar el miedo entre quienes desafían al régimen.
Un clima de terror
El asesinato de Edwin Santos ocurre en un momento de creciente tensión en el país. La dictadura de Nicolás Maduro ha intensificado las tácticas de represión contra opositores, activistas y líderes sociales, en un intento desesperado por contener las crecientes protestas y movilizaciones en su contra. Las detenciones arbitrarias, los secuestros selectivos y los ataques a figuras clave de la oposición han aumentado en los últimos meses, generando un clima de terror generalizado.
María Corina Machado, quien ha sido una de las voces más críticas contra el régimen, calificó el asesinato de Santos como un “crimen atroz que no quedará impune”. En un mensaje a través de sus redes sociales, Machado responsabilizó directamente a Maduro y su cúpula por la brutalidad de este acto, y pidió a la comunidad internacional que condene y tome acciones ante esta clara violación a los derechos humanos.
“Edwin Santos era un joven comprometido con la libertad y el cambio para Venezuela. Hoy, la dictadura lo ha silenciado de la manera más cruel y cobarde. Pero su sacrificio no será en vano. Seguiremos luchando por la justicia y la libertad de todos los venezolanos”, expresó la líder opositora visiblemente afectada.
Reacción internacional y tensión en las calles
El asesinato de Santos ha generado una rápida condena internacional. Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han exigido una investigación independiente y han señalado la creciente militarización y abuso de poder por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas. La Unión Europea y varios países de América Latina han emitido comunicados rechazando el acto de violencia y exigiendo al régimen que cese la persecución política.
En las calles de Caracas y otras ciudades, se han registrado manifestaciones espontáneas en repudio al asesinato, con ciudadanos exigiendo justicia para Santos y denunciando la brutalidad del régimen. Las fuerzas de seguridad han sido desplegadas en las principales avenidas y en torno a los edificios gubernamentales, y ya se reportan enfrentamientos y actos de represión contra los manifestantes.
Un llamado a la justicia
El asesinato de Edwin Santos pone de manifiesto la crítica situación de derechos humanos en Venezuela, donde el régimen de Nicolás Maduro ha demostrado estar dispuesto a utilizar la violencia y el miedo para acallar las voces disidentes. La comunidad internacional, organizaciones de derechos humanos y la ciudadanía tienen ante sí el desafío de exigir justicia y rendición de cuentas para los responsables de este brutal crimen.
María Corina Machado y la oposición han convocado a una serie de movilizaciones en memoria de Santos y como un grito de lucha por el cambio y la libertad. La historia de Santos, marcada por el idealismo y el sacrificio, se suma al trágico relato de aquellos que han pagado el precio más alto por soñar con una Venezuela libre.
En medio de la represión, el clamor por la justicia y la libertad no se apaga. Venezuela llora hoy a otro de sus hijos, pero también reitera su determinación de seguir adelante. La sombra de la dictadura se ha cobrado otra víctima, pero la luz de la resistencia se mantiene viva.







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