La presidencia designada de Cuba ha emitido hoy una nota oficial anunciando la suspensión de actividades administrativas y docentes desde el lunes 21 hasta el miércoles 23 de octubre de 2024, debido al inminente paso del Huracán Oscar por el país. En la nota, se menciona que esta medida busca facilitar los trabajos de recuperación, especialmente del sistema eléctrico nacional, tras el impacto de la tormenta. Se garantiza el pago promedio a los trabajadores movilizados, mientras que aquellos que no asistan recibirán una compensación basada en el salario escala de su cargo.

A primera vista, podría parecer una respuesta adecuada a la inminente emergencia climática. Sin embargo, en medio de la prolongada crisis energética que azota a Cuba, muchos ven en este comunicado un nuevo intento del gobierno por desviar la atención de los problemas estructurales que enfrenta el país. Durante meses, los cubanos han lidiado con apagones de hasta 21 horas diarias en algunas provincias, mientras las autoridades intentan justificar las constantes fallas en el sistema eléctrico con excusas que van desde el embargo estadounidense hasta las condiciones meteorológicas.

El Huracán Oscar parece haber llegado en el momento preciso para el gobierno cubano, permitiéndole justificar una vez más la parálisis del país sin abordar las verdaderas razones de fondo. No es la primera vez que un fenómeno natural es utilizado como cortina de humo para tapar la ineficiencia y el desgaste de un sistema energético que lleva décadas en deterioro. Los cubanos, agotados por la falta de soluciones reales, se preguntan hasta cuándo podrán soportar esta situación.

La pregunta que queda en el aire es: ¿Cuánto tiempo más podrá el régimen seguir utilizando eventos como este huracán para esconder su incapacidad de ofrecer una vida digna a la población? Cada vez más voces se alzan cuestionando hasta cuándo podrán mantener esta farsa. Porque, si bien es cierto que el Huracán Oscar traerá destrucción y dificultades, el verdadero huracán que azota a Cuba es el de la ineficiencia, la represión y la falta de soluciones que desde hace décadas sofoca a la isla.

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias