La noticia oficial del medio estatal Cubadebate reportó recientemente que el Gobernador de Las Tunas, Jaime Ernesto Chiang Vega, renunció a su cargo reconociendo «errores cometidos en el ejercicio de su responsabilidad», mientras que el Vicegobernador, Ernesto Luis Cruz Reyes, fue suspendido debido a «violaciones en el ejercicio de sus responsabilidades». Sin embargo, fuentes cercanas y testimonios de la propia comunidad tunera revelan una versión muy diferente y mucho más alarmante de los hechos.

Detrás de los discursos burocráticos y las frases cuidadas, se esconde una crisis eléctrica sin precedentes en la región oriental de Cuba, donde los apagones prolongados han desatado el malestar social. Los residentes de Las Tunas, al igual que los de Holguín, Santiago de Cuba y Camagüey, llevan días enfrentando cortes de electricidad que superan incluso los reportados por los medios oficiales, agravando aún más la ya crítica situación.

Según fuentes confiables, la renuncia del Gobernador y la suspensión del Vicegobernador no son el resultado de simples «errores» administrativos. Al contrario, ambos funcionarios habrían decidido abandonar sus cargos ante la incapacidad de manejar una situación que se les fue de las manos. El Gobernador Chiang Vega, según se reporta, activó los sistemas de defensa de la provincia ante el creciente descontento popular, pero pronto se encontró sin respuestas ante un pueblo cada vez más alterado y decidido a exigir soluciones inmediatas.

Desde la intervención del Primer Ministro Manuel Marrero, en la que anunció la suspensión temporal de clases y otras medidas ante la crisis energética, ya se sabía que el país se enfrentaría a un apagón general. Lo que no se esperaba es que el impacto en Oriente fuera tan devastador y tan inmediato. Para cuando Marrero habló, muchos en Las Tunas y otras provincias orientales ya llevaban horas, e incluso días, sin electricidad. Las promesas de restablecimiento se convirtieron en ilusiones rotas, pues cada intento de reactivar el sistema colapsaba nuevamente.

Las calles de Las Tunas se convirtieron en el escenario de protestas espontáneas. Los ciudadanos, hartos de la falta de respuestas, comenzaron a salir a las calles y a presionar a las autoridades locales. Las líneas telefónicas de las oficinas gubernamentales estaban saturadas por las quejas, y la tensión social crecía a medida que se prolongaban los apagones. Con un panorama de creciente inestabilidad, el Gobernador Chiang Vega, al parecer asustado por la posibilidad de un estallido social de mayores proporciones, decidió presentar su renuncia. Al mismo tiempo, el Vicegobernador Cruz Reyes, al prever que sería el siguiente en enfrentar la ira popular, decidió no esperar más y se apartó también de sus funciones.

La gravedad de la situación obligó a las autoridades a designar provisionalmente a Eduardo Walter Cuelí, actual Coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno Provincial, como nuevo Gobernador. Sin embargo, según fuentes locales, su designación no parece haber generado confianza ni en el pueblo ni en la administración, pues el nuevo gobernador interino también teme que la situación se vuelva insostenible y en cualquier momento también podrá renunciar.

Este episodio expone la creciente fragilidad de los gobiernos locales en Cuba, particularmente en un momento en que la crisis energética ha alcanzando niveles críticos. La población está cada vez más cansada de las promesas incumplidas, y las manifestaciones de descontento, aunque aún dispersas, podrían ser el preludio de una ola de protestas mayores. En este contexto, los funcionarios locales comienzan a ver sus cargos no como puestos de poder, sino como posiciones de riesgo, sabiendo que la paciencia del pueblo cubano se agota.

Lo que comenzó como un problema de suministro eléctrico se ha transformado en una crisis política que podría tener repercusiones de largo alcance, no solo en Las Tunas, sino en toda Cuba.

Las renuncias del Gobernador y el Vicegobernador de Las Tunas no son simplemente producto de errores administrativos, sino de un creciente miedo a enfrentar la furia de un pueblo que ya no aguanta más. Mientras el gobierno central trata de contener la situación, las provincias orientales están al borde de una revuelta social. ¿Qué ocurrirá si los apagones y la crisis energética continúan? Eso está por verse, pero lo que está claro es que la situación ya no puede ser ignorada ni disfrazada bajo el manto de la burocracia.

Una respuesta a “La verdadera razón detrás de las renuncias del Gobernador y Vicegobernador de Las Tunas”

  1. Avatar de Ricardo Martell
    Ricardo Martell

    Realmente la causa no es esa, han sido destituidos y están presos junto al exprimer secretario del PCC, Manuel Perez Gallego,por estar involucrados en una banda de ladrones que están robando al pueblo e incubriendo a través de las MiPYMES, el gobierno central sabe que cada gobierno y dirigentes roba, pero se los permite mientras no alcance un poder que ponga en peligro sus intereses,en esos casos actúa como hizo con el ministro Gil, otros dirigentes del territorio en Las Tunas están envueltos en una red de corrupción incluso Diputados al Parlamento.

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