El Observatorio de Libertad Académica ha emitido una alarma ante la creciente suspensión de clases en instituciones educativas de todos los niveles en Cuba. Según reportes, la grave crisis energética, sumada a la falta de combustible, alimentos y agua potable, ha obligado al cierre de escuelas, institutos y universidades en diversas provincias del país, dejando en una situación de extrema precariedad a miles de estudiantes.

Durante las últimas semanas, la situación ha empeorado. Las instituciones académicas enfrentan no solo la falta de recursos esenciales, sino que, en algunos casos, han mantenido a los estudiantes en condiciones insostenibles. Esto ha provocado protestas en diversas partes del país, las cuales han sido reprimidas tanto por las autoridades docentes como por la Seguridad del Estado.

Cierre de Universidades

Entre las instituciones afectadas se encuentran la Universidad de Matanzas y la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV), que han anunciado la suspensión de sus actividades debido a la crisis energética. Asimismo, todos los centros educativos en Cienfuegos y la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría también han cerrado sus puertas. En el caso específico de la Universidad de Matanzas, se ha informado que la suspensión de las clases podría prolongarse hasta el lunes 21 de octubre, aunque no hay certeza de cuándo se reanudarán las actividades académicas en ninguna de estas instituciones.

La suspensión de clases no solo afecta la educación superior, sino que también repercute en escuelas primarias y secundarias de varias regiones del país, creando una situación de parálisis total en el sistema educativo cubano.

Represión y Respuesta del Gobierno

El Observatorio también ha alertado sobre la activación de las Brigadas de Respuesta Rápida, una fuerza represiva parapolicial, para enfrentar las crecientes protestas populares. En la Universidad Central “Marta Abreu”, estudiantes becados han sido coaccionados por el Consejo de Dirección y efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria, quienes los han reunido en el comedor del centro, en un intento por controlar cualquier manifestación de inconformidad.

Desde la organización de la sociedad civil, se responsabiliza al gobierno cubano por el colapso del sistema educativo y el deterioro progresivo de las instituciones académicas. Según el Observatorio, la educación debería ser la herramienta clave para revertir el desastre económico que atraviesa el país, pero la persistencia en un modelo socio-político fallido ha paralizado la sociedad, afectando a millones de personas y dejándolas sin perspectivas de un futuro profesional viable.

Un Sistema en Colapso

El Observatorio de Libertad Académica denuncia que el colapso del sistema educativo es el reflejo más claro de la grave crisis que enfrenta el país. Las aulas vacías y la incertidumbre sobre el futuro académico de miles de jóvenes ilustran la magnitud de una crisis que parece no tener fin. Las aspiraciones profesionales de varias generaciones están siendo truncadas en medio de esta paralización social y económica que afecta a todos los niveles.

Sin una solución clara en el horizonte, el futuro de la educación en Cuba está en peligro, y las implicaciones de este colapso tendrán repercusiones profundas en la sociedad cubana.

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