Cuba, la única nación comunista de América Latina y uno de los primeros países del hemisferio occidental en reconocer a la República Popular China, enfrenta un panorama económico complicado que ha debilitado sus lazos comerciales con Beijing. A pesar de su legado político compartido y las estrechas relaciones diplomáticas que ambas naciones han mantenido durante décadas, la profunda crisis económica que afecta a la isla caribeña ha limitado el comercio con el gigante asiático en un momento crucial, cuando China compite estratégicamente con Estados Unidos. en la región.

Según un reportaje publicado en Financial Times , el comercio chino con América Latina ha crecido significativamente en las últimas dos décadas, convirtiendo a China en el segundo socio comercial más importante de la región, después de Estados Unidos. Sin embargo, las importaciones chinas a Cuba cayeron excesivamente en los últimos años, pasando de $1.700 millones en 2017 a solo $1.100 millones en 2022. Este descenso refleja no solo las dificultades internas de la economía cubana, sino también el impacto del endurecimiento de las sanciones. estadounidenses que han afectado las líneas de crédito y la capacidad de La Habana para honrar sus deudas.

Las grandes empresas chinas, como Huawei y Yutong, han visto cómo el Estado cubano acumula importantes deudas con ellas, alcanzando cifras de cientos de millones de dólares. Aunque estas empresas no son propiedad del estado chino, las deudas reflejan el complejo panorama comercial entre ambos países. Mientras tanto, la producción de azúcar en Cuba, una de sus industrias históricamente más importantes, ha caído a niveles tan bajos que la isla ya no puede cumplir con acuerdos de exportación previamente establecidos con China, como el envío anual de 400.000 toneladas de azúcar.

A pesar de su importancia histórica, Cuba ha quedado rezagada en comparación con otros países latinoamericanos en lo que respeta a las inversiones chinas. Economistas cubanos han señalado que la inversión de China en la isla representa solo una fracción de los $160.000 millones que Beijing ha destinado a la región desde 2005. Además, Cuba no figura entre los principales aliados estratégicos de China en América Latina, una categoría en la que se encuentran países como Argentina, Brasil y Venezuela, según el análisis de Financial Times .

La relación entre Cuba y China sigue siendo más simbólica que estratégica, según algunos analistas citados por Financial Times . Aunque ambas naciones comparten un discurso de solidaridad, en la práctica, los lazos comerciales y de inversión se han debilitado. Mientras que China apoya públicamente el derecho de Cuba a seguir su propio modelo de desarrollo, en privado, funcionarios chinos han expresado su frustración ante la renuencia del gobierno cubano a implementar reformas económicas más orientadas al mercado.

El deterioro de los lazos comerciales entre ambos países contrasta marcadamente con el aumento de las importaciones chinas en Cuba a principios de los años 2000, cuando marcas chinas como los autobuses Yutong y los refrigeradores Haier se convirtieron en parte del léxico popular cubano. Hoy en día, aunque Cuba sigue exportando níquel, zinc y tabacos de lujo a China, las relaciones comerciales han disminuido considerablemente, como destaca Financial Times .

A pesar de las visitas diplomáticas del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, a Pekín y de las donaciones de equipos médicos y alimentos por parte de China, los expertos señalan que Beijing no es generoso con la caridad, y que La Habana tiene poco que ofrecer un cambio de mayores inversiones o apoyo financiero.

Por otro lado, mientras que Rusia ha intensificado su relación geopolítica con Cuba, con flotillas navales visitando La Habana como muestra de fuerza militar, la relación de seguridad de China con Cuba ha sido más discreta. Sin embargo, informes recientes sugieren que Beijing podría estar renovando sus esfuerzos para utilizar la ubicación estratégica de la isla para operaciones de inteligencia, lo que ha generado preocupación en Estados Unidos.

En resumen, aunque los lazos diplomáticos entre Cuba y China siguen siendo fuertes, las relaciones económicas entre ambos países se han deteriorado en medio de la crisis económica cubana y el endurecimiento de las sanciones estadounidenses.

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