La organización Prisoners Defenders ha informado que el preso político cubano, Joel Jardines Jardines, ha recibido una licencia extrapenal por tres meses. Jardines, encarcelado y perseguido por el régimen cubano, padece cáncer de laringe desde 2020, enfermedad que ha empeorado considerablemente debido a las duras condiciones de su detención.
El caso de Joel ha llamado la atención por la gravedad de las agresiones sufridas mientras estaba en la prisión Aguacate de Quivicán, en la provincia de Mayabeque. En un incidente que marcó un antes y un después en su deterioro físico, un guardia penitenciario le roció gas lacrimógeno y tóxico, lo que agravó su ya delicada condición de salud. Desde ese momento, Joel ha sido sometido a largos períodos de aislamiento, intimidación constante y agresiones físicas, elementos que constituyen claros actos de tortura.
El deterioro de su salud
El diagnóstico de cáncer de laringe fue un golpe devastador para Joel en 2020, pero las circunstancias en las que ha estado recluido lo han empujado a un estado de salud aún más frágil. Las malas condiciones de la prisión, la falta de atención médica adecuada y los repetidos abusos han hecho que su capacidad para hablar se vea gravemente afectada. A pesar de esto, Joel ha decidido contar su historia, y con gran dificultad para articular palabras, ha grabado un vídeo donde describe los abusos a los que ha sido sometido.
Tortura en las cárceles cubanas
El testimonio de Joel pone de relieve la realidad de las prisiones cubanas, donde los presos políticos son frecuentemente sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Las denuncias de tortura, tanto física como psicológica, son cada vez más comunes. Joel Jardines Jardines, quien ha sido víctima de gases tóxicos, aislamiento prolongado y agresiones, se ha convertido en una voz de denuncia contra el sistema penitenciario cubano.
Prisoners Defenders ha señalado la importancia de seguir visibilizando estos casos y de continuar luchando por la libertad de todos los presos políticos en la isla. La organización ha reiterado que, aunque Joel ha recibido una licencia extrapenal, su estado de salud es crítico, y su vida sigue corriendo peligro si no recibe la atención médica adecuada.
Llamado a la comunidad internacional
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han instalado a la comunidad internacional a presionar al régimen cubano para que se respeten los derechos de los presos políticos. El caso de Joel Jardines Jardines es solo uno de muchos, pero representa una clara violación de las normas internacionales de derechos humanos.
El vídeo, en el que Joel detalla las torturas sufridas, ha comenzado a circular en redes sociales, convirtiéndose en un grito de auxilio para aquellos que siguen luchando por la libertad desde dentro de las cárceles cubanas.
«El régimen no solo me ha encarcelado, sino que ha jugado con mi vida», expresó Jardines en su emotivo testimonio. Las palabras de Joel reflejan la cruda realidad de un sistema que, según organizaciones como Prisoners Defenders, utiliza la represión y la violencia para silenciar a quienes piensan diferente.
Conclusión
El caso de Joel Jardines Jardines es un recordatorio de las atroces violaciones de derechos humanos que se cometen en Cuba contra los presos políticos. La lucha por la justicia y la libertad continúa, y la denuncia de estos abusos es un paso crucial en el camino hacia un cambio real en la isla. Mientras tanto, la salud de Joel sigue en una situación crítica, y su testimonio sigue resonando como una llamada urgente a la acción.







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