Una denuncia publicada en el grupo de Facebook Revolico Jobabo por Alejandro Díaz Trujillo, ha sacado a la luz las condiciones deplorables que enfrentan las embarazadas del hogar materno de este municipio. Según su testimonio, las mujeres reciben un trato indigno, con horarios desfasados para las comidas y servicios deficientes de transporte para acceder a los análisis y consultas.

La publicación describe cómo su esposa, embarazada, se desmayó debido a la falta de alimentos. A las 12:40 p.m. las embarazadas aún no habían almorzado ni recibido merienda, ya que el transporte para llevarlas al hospital 14 de Junio llegó tarde, a las 10 a.m., y el jefe de las ambulancias les pidió esperar, contribuyendo a la tensión y malestar general.

“Parece que las embarazadas de nuestro municipio son animales, no les dan condiciones”, expresó Díaz Trujillo, destacando la preocupación por la salud de su esposa y de las otras mujeres que residen en el hogar materno.

Entre las quejas también se incluyen las pésimas condiciones del edificio, el cual se inunda cuando llueve y permanece a oscuras por la falta de combustible para la planta eléctrica, a pesar de que, según Díaz Trujillo, la aprobación de la tarjeta de combustible ha estado en proceso en La Habana por más de dos meses. Las embarazadas han llegado a desayunar con pan viejo y leche aguada, según el testimonio, lo que ha generado un profundo descontento entre ellas.

Díaz Trujillo afirmó que ya ha presentado la queja en la dirección del policlínico local sin obtener respuestas ni soluciones concretas. «A quien hay que ver para resolver ese problema», cuestionó, visiblemente indignado. Además, advirtió que si la salud de su esposa se ve comprometida, tomará medidas severas: “Van a rodar cabezas”.

Esta denuncia refleja una situación alarmante en el sistema de salud local, que exige la atención inmediata de las autoridades competentes. La salud de las embarazadas es vital no solo para ellas, sino para las futuras generaciones, y es imperativo que reciban un trato digno y condiciones adecuadas en todos los aspectos.

Los testimonios de las embarazadas refuerzan la denuncia, mostrando el grado de insatisfacción y la necesidad urgente de mejoras en el hogar materno de Jobabo. Las vidas de estas mujeres no pueden estar a merced de un sistema que las desatiende y las expone a riesgos innecesarios.

Es urgente que las autoridades locales y del país tomen cartas en el asunto para garantizar el bienestar de las embarazadas y asegurar que se les ofrezca el trato que merecen.