La crisis económica en Cuba sigue afectando la mesa de las familias cubanas, y los precios de los productos esenciales no dejan de aumentar, siendo la carne de cerdo una de las más afectadas. En una reciente oferta divulgada en un grupo de Facebook, la carne de cerdo, vendida en el mercado negro, alcanza los 1,400 pesos cubanos por libra. Un paquete de 5 libras se ofrece por 7,000 pesos.

Este precio, impensable hace apenas unos años, ha generado alarma entre la población, que ve cada vez más limitado su acceso a una alimentación adecuada. El cerdo, tradicionalmente una de las carnes más consumidas en la isla, se ha convertido en un lujo para muchos hogares.

En contraste, el salario promedio en Cuba ronda los 4,000 pesos mensuales, lo que significa que una persona tendría que destinar casi dos meses de sueldo para adquirir un paquete de 5 libras de carne de cerdo, si es que no lo destina a cubrir otros gastos esenciales como alimentos básicos, transporte o electricidad.

Factores detrás del aumento de precios

El aumento vertiginoso del precio de la carne de cerdo puede atribuirse a varios factores. Por un lado, la escasez de piensos y alimentos para los cerdos, debido a la falta de importaciones y la disminución de la producción local, ha llevado a una reducción en la oferta de carne en el mercado. Por otro lado, la inflación galopante, junto con la creciente dolarización informal de la economía, ha disparado los precios de muchos productos de primera necesidad, haciendo que los pesos cubanos pierdan valor rápidamente.

Aunque el mercado negro no es una novedad en Cuba, su presencia en plataformas digitales como Facebook ha permitido que más cubanos accedan a productos fuera del control del Estado, pero a precios muy elevados. Esta dinámica ha crecido exponencialmente en medio de la crisis actual.

Impacto en la vida cotidiana

Para muchos cubanos, este tipo de precios es sencillamente insostenible. El cerdo ha sido durante décadas el centro de muchas comidas tradicionales en Cuba, y ahora es casi inaccesible. Las familias deben recurrir a sustitutos, como el pollo importado, cuando lo encuentran, o reducir significativamente el consumo de carne.

Algunas personas han optado por comprar la carne a través del mercado negro digital, aunque a precios igualmente elevados, mientras que otras simplemente han tenido que adaptarse a una dieta con menos proteínas y más carbohidratos. Este desequilibrio nutricional podría traer consigo serios problemas de salud a largo plazo.

Reflejo de una crisis mayor

El exorbitante precio de la carne de cerdo es un claro reflejo de una crisis económica mucho más amplia, que afecta no solo a los alimentos, sino también a todos los aspectos de la vida en Cuba. Con un sistema de producción cada vez más ineficaz y una población que lucha por cubrir sus necesidades básicas, la situación en la isla parece estar lejos de mejorar.

Mientras tanto, la carne de cerdo en La Habana sigue siendo, al menos para muchos, un sueño casi inalcanzable.

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