Surgidero de Batabanó, un pequeño poblado costero al sur de la provincia de Mayabeque, Cuba, enfrenta una situación devastadora tras el paso del huracán Helene. Las intensas lluvias y los fuertes vientos han dejado gran parte del pueblo sumergida bajo el agua, afectando gravemente a la comunidad local y sus infraestructuras.

Las imágenes publicadas en el perfil de Facebook de Pilar de Cuba muestran escenas impactantes: las calles convertidas en ríos y las casas sumergidas en agua. En algunas zonas, el nivel del agua supera los 50 centímetros, haciendo que los residentes se desplacen con gran dificultad. Familias enteras han quedado atrapadas en sus hogares, mientras que otros han tenido que evacuar con lo poco que pudieron salvar.

Las autoridades locales no han hecho nada para ayudar en la evacuación y la distribución de ayuda. Algunos residentes denuncian la falta de preparación y recursos para enfrentar este tipo de desastres naturales.

El impacto económico para Surgidero de Batabanó será significativo, especialmente para los pescadores locales, cuya principal fuente de ingresos proviene de la pesca y que ahora ven sus embarcaciones y equipos dañados o perdidos. Además, la infraestructura del pueblo, que ya era precaria, ha sufrido un duro golpe. Varias viviendas de madera han sido gravemente afectadas, y se teme que muchas no pueden ser reparadas.

Este evento no solo resalta la vulnerabilidad de las comunidades costeras en Cuba ante los fenómenos naturales, sino también la urgente necesidad de implementar mejores medidas de prevención y mitigación de desastres. Surgidero de Batabanó, un pueblo conocido por su resiliencia, deberá unirse nuevamente para superar esta crisis, aunque el camino por delante será arduo y lleno de desafíos.

Los vecinos buscan ayuda en las redes sociales porque se sienten desamparados ante el nuevo obstáculo que les ha tocado vivir debido al fuerte Huracán Helene.

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