Hoy, la intelectual cubana Jenny Pantoja Torres compartió una impactante publicación en su cuenta de Facebook titulada “Cuando cabalgas un tigre”, en la que narra los eventos del pasado miércoles 18 de septiembre, cuando fue detenida arbitrariamente por las autoridades cubanas. En su escrito, Pantoja describe con valentía y detalle su arresto, las intimidaciones de los agentes de la Seguridad del Estado, y el ambiente de represión que enfrenta continuamente como disidente en Cuba.

La publicación comienza con una referencia al proverbio hindú que da título al texto, “Cuando cabalgas un tigre, no lo puedes descabalgar”, una metáfora que refleja su situación política. Desde que asumió públicamente una postura contraria al régimen cubano, Pantoja es consciente de que no hay vuelta atrás: una vez que se es activista en Cuba, el hostigamiento del Estado se convierte en una constante.

En su relato, Pantoja expone la realidad de las violaciones a sus derechos. Cada mes, una patrulla se estaciona frente a su hogar para impedirle salir, bajo el pretexto de una “medida cautelar de reclusión domiciliaria”, aunque antes de junio ya sufría las mismas restricciones. El 18 de septiembre, al intentar salir de su casa, fue arrestada y llevada a la estación de policía de Aguilera, donde fue retenida y sometida a varios interrogatorios intimidatorios durante horas, sin que su familia supiera de su paradero.

La activista hace una fuerte denuncia sobre la falta de derechos ciudadanos en Cuba, afirmando que en el país “no hay derechos ciudadanos; no hay ciudadanía; no hay sociedad civil”, debido a la ausencia de garantías que permitan la libre expresión o el ejercicio del derecho de asociación. Describe a las autoridades de la Seguridad del Estado como un sistema ineficiente y represivo, más cercano a una mafia que a un verdadero cuerpo de seguridad.

Durante su detención, fue interrogada por dos oficiales: Ariel, un joven oficial que mostró signos de debilidad y falta de comprensión, y Ariel Arnau, alias “Luisito”, quien se jactó de haber “doblegado” a familiares de presos políticos, exhibiendo el método de intimidación empleado por el régimen. Ambos intentaron infructuosamente obtener información de Pantoja, quien mantiene una postura firme frente a la represión.

Uno de los momentos más tensos de la narración ocurre cuando Pantoja se enfrenta a una teniente coronel que la amenaza con cargos de desacato, la conocida como Kenia, una de las encargadas de reprimir a los artistas e intelectuales. Esta oficial intentó incriminar a otros disidentes y justificar la demora de los juicios en Matanzas, asegurando que el régimen estaba actuando de manera “humana”. Sin embargo, Pantoja percibe este accionar como otra señal de que el régimen está perdiendo terreno rápidamente.

La publicación no solo denuncia las tácticas de control del régimen, sino que también es una reflexión sobre el inminente cambio en Cuba. A pesar de los intentos del gobierno por neutralizar a los disidentes, Pantoja asegura que seguirá cabalgando el tigre, convencida de que el fin del sistema actual está cerca. Aunque espera que el cambio sea pacífico, teme que el daño que ha causado el gobierno sea demasiado profundo para permitir una transición sin violencia.

El testimonio de Jenny Pantoja Torres se suma a otros relatos que exponen la dura realidad del activismo en Cuba, donde los disidentes enfrentan una represión constante, vigilancia y arrestos arbitrarios. Sin embargo, su valentía y determinación sirven como un recordatorio de la resiliencia de aquellos que luchan por la libertad en la isla.

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias