El activista cubano Maikel Herrera, reconocido por su defensa de los derechos humanos en Cuba, ha utilizado su cuenta de Facebook para denunciar su precaria situación de salud y la falta de atención médica adecuada que ha recibido. Maikel es un paciente VIH positivo desde 2012 y enfrenta actualmente una situación crítica, con un nivel de CD4 alarmantemente bajo de solo 6%, además de sospechas de tuberculosis (TB) y dengue.

En su publicación, Herrera relata que lleva cuatro días internado en el Hospital Fajardo en La Habana, donde solo le están administrando suero intravenoso mientras espera una cama en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), un centro especializado donde podría recibir el tratamiento. adecuado para su condición. Sin embargo, esta espera interminable es un reflejo de lo que muchos en Cuba denuncian: la atención médica de calidad parece estar reservada solo para unos pocos privilegiados.

“Llevo 2 meses con fiebre y he perdido 22 libras de peso”, compartido en su mensaje. La gravedad de su situación se ve reflejada no solo en su estado físico, sino también en la desesperanza que lo rodea ante la falta de respuesta de las autoridades de salud. Su clamor por ayuda no se limita a obtener un tratamiento adecuado, sino a que su caso sea visibilice a nivel internacional. «Hermanos de adentro y de afuera, solo les pido que me apoyen en dar a conocer esta situación, es todo cuanto necesito. Yo haré el resto con la fuerza que me queda», expresó, solicitando el apoyo de la comunidad.

El caso de Maikel Herrera es emblemático de una crisis de salud más amplia que afecta a miles de cubanos. En medio de una pandemia global, la escasez de recursos médicos y medicamentos en Cuba ha generado un colapso en el sistema de salud. A pesar de las promesas de atención de la dictadura de garantizar gratuita y universal, la realidad es que muchos, como Maikel, se ven obligados a luchar por acceder a tratamientos básicos y especializados.

Herrera concluye su denuncia con un grito de resistencia: «¡Abajo la dictadura!». Sus palabras resumen el sentimiento de muchos cubanos que, en medio de la desesperación, siguen alzando su voz contra un régimen que ha fallado en garantizar sus derechos más básicos, entre ellos, el derecho a la salud.

Las imágenes que acompañan su denuncia muestran a Maikel Herrera en condiciones visiblemente debilitadas, conectado a equipos médicos de emergencia, y reflejan la angustia de quien ha sido dejado a la deriva por un sistema que prioriza a unos pocos en detrimento de la mayoría. El llamado de Maikel ha resonado entre activistas y organizaciones dentro y fuera de Cuba, que ahora buscan amplificar su voz en un esfuerzo por asegurarle la atención médica que tanto necesita.