El ex preso político de la Primavera Negra, Librado Linares, ha sacado a la luz una serie de desgarradoras denuncias sobre abusos y muertes en las cárceles cubanas a través de su perfil de Facebook. Linares apunta a la brutalidad y negligencia que sufren los presos en la isla, evidenciando un panorama de terror y sufrimiento dentro del sistema penitenciario cubano.

Uno de los casos más impactantes es el de Fidel Olivares Rodríguez, quien se suicidó ahorcándose en el Combinado de Guantánamo tras haber sido golpeado y humillado por otros presos al servicio de la guarnición. Según Linares, el responsable directo de estos abusos es el jefe de Orden Interior de la prisión, el mayor Yorki Bouli Castellanos, quien ha sido señalado por permitir o incluso incentivar este tipo de vejaciones.

Otro caso es el de Noel Rodríguez Rodríguez, un joven de 25 años recluido en la prisión de Ariza, Cienfuegos. El 9 de agosto de 2024, fue brutalmente golpeado por órdenes del director de la prisión, el teniente coronel Lizandro Argüelles Fonseca. Apenas cuatro días después, el 13 de agosto, Rodríguez falleció a causa de las graves lesiones que sufrió.

Las denuncias de Linares coinciden con los inquietantes datos recopilados por la organización de derechos humanos Cubalex. En el primer semestre de 2024, al menos 26 muertes ocurrieron bajo custodia estatal en Cuba, entre las cuales se incluyen casos de suicidios, torturas y negligencia médica. Además, Cubalex documentó que, desde enero de 2023, se han registrado 56 muertes en centros de detención estatales, 34 de ellas en cárceles, 9 en estaciones de policía y 11 en instalaciones militares, donde se encuentran reclutas del servicio militar obligatorio.

Este alarmante incremento de muertes bajo custodia ha puesto de relieve las deplorables condiciones en las cárceles cubanas. Las denuncias de presos y organizaciones de derechos humanos coinciden en describir un sistema penitenciario caracterizado por el hacinamiento, la malnutrición y la falta de atención médica. Los reclusos no solo enfrentan castigos y abusos físicos, sino también un entorno insalubre y deshumanizante que los somete a una constante amenaza de muerte.

El caso de Cuba, denunciado repetidamente ante organizaciones internacionales, sigue siendo un ejemplo sombrío de la represión y la falta de garantías básicas que enfrentan aquellos que son privados de su libertad en la isla. La falta de transparencia, la impunidad de los responsables y el estado de vulnerabilidad extrema de los presos dejan en evidencia el profundo deterioro de los derechos humanos en el país.

Las denuncias de Linares y los informes de Cubalex subrayan la urgencia de una intervención internacional para poner fin a estas prácticas y exigir responsabilidad a los responsables de estos crímenes, que siguen siendo un reflejo del régimen represivo que impera en Cuba.