En la provincia cubana de Villa Clara, una serie de mensajes filtrados de grupos de WhatsApp han revelado una problemática que afecta gravemente a los artistas locales: un impago acumulado desde hace tres meses por parte del Centro Promotor de la Música. Estos mensajes exponen la frustración y desesperanza de músicos y otros artistas, quienes denuncian la falta de pago de sus servicios, lo cual pone en evidencia una mala gestión en el sector de la cultura en Cuba.
Uno de los mensajes filtrados, supuestamente enviados por la administración del centro, indica que el proceso de pago de los ingresos provenientes de la comercialización comenzaría de forma gradual, comenzando un jueves. Sin embargo, se aclara que no todos los artistas recibirían el dinero al mismo tiempo, dejando claro que la situación es más compleja de lo que parece. La administración también pidió a los artistas que no contactaran al personal de Economía, asegurando que las actualizaciones serán publicadas en un grupo de WhatsApp.
Lo más alarmante del mensaje es la mención de una deuda acumulada de 8 millones de pesos , que el Estado no ha sabido o no ha podido pagar, lo que señala una falla grave en la gestión financiera de los fondos destinados a los trabajadores del sector cultural. . Este retraso de tres meses ha generado una profunda incertidumbre entre los artistas, quienes dependen de estos ingresos para su subsistencia.

A medida que más mensajes se filtraban, las quejas y la frustración aumentaban. Un artista denunció que su agrupación aún no ha recibido más de 300 mil pesos , a pesar de que los municipios han realizado los pagos correspondientes. En su testimonio, describe la situación como un «peloteo constante» entre las distintas personas encargadas, sin respuestas claras sobre cuándo recibirán su dinero.
Además, uno de los artistas mencionado que no ha recibido sus pagos desde junio, lo que pone de aliviar la espera prolongada y el impacto que esto tiene en su estabilidad económica. Pero la situación va más allá del dinero; la mala gestión del sector también se refleja en la falta de apoyo logístico. Según se desprende de los mensajes, los artistas deben cubrir los costos de transporte y medios con sus propios recursos , ya que el Ministerio de Cultura no asegura estos aspectos. Esto añade una carga financiera adicional sobre los artistas, quienes ya enfrentan el impago de sus honorarios.

A esto se suma el descontento con la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) , que, según algunos mensajes, no está cumpliendo con su papel de defender los derechos de los trabajadores del sector cultural. A pesar de que muchos artistas no están formalmente afiliados, la falta de acción por parte de la CTC ha generado desconfianza entre los afectados.
La filtración de estos mensajes de WhatsApp pone al descubierto una crisis más profunda dentro del sector cultural en Cuba, particularmente en Villa Clara. La acumulación de deudas que ascienden a 8 millones de pesos , la falta de pagos durante tres meses y la ausencia de apoyo logístico y financiero por parte del Ministerio de Cultura están minando la confianza de los artistas en las instituciones que deben velar por sus derechos y bienestar.
Mientras los afectados continúan esperando una respuesta clara, esta situación pone en jaque la reputación del Centro Promotor de la Música y del propio sistema de gestión cultural en la isla. Los artistas, que son pilares de la identidad y el patrimonio cultural cubano, exigen no solo el pago de sus salarios atrasados, sino también una mejora en la gestión del sector, que hasta ahora ha demostrado ser ineficiente y desorganizada.
En un contexto donde la cultura es uno de los mayores orgullos de Cuba, esta crisis amenaza con afectar gravemente no solo el sustento de los artistas, sino también el futuro de la música y las artes en la región.







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