En un movimiento de gran relevancia simbólica, el Congreso de los Diputados de España aprobó el pasado 11 de septiembre de 2024 una proposición no de ley que reconoce a Edmundo González Urrutia como el presidente electo y legítimo de Venezuela. Este reconocimiento fue impulsado por el Partido Popular (PP) y recibió el respaldo de 177 diputados, principalmente de partidos como Vox, el PNV, UPN y Coalición Canaria. No obstante, la propuesta fue rechazada por 164 diputados de partidos como el PSOE y Sumar, que se opusieron, mientras que el exministro José Luis Ábalos optó por abstenerse.

El contexto de esta decisión radica en las elecciones venezolanas del 28 de julio de 2024, en las que, según la oposición y organismos internacionales, González habría obtenido la victoria. Sin embargo, el actual presidente, Nicolás Maduro, se ha negado a aceptar los resultados y ha mantenido el poder, alegando su propia reelección. El Congreso español ha argumentado que la decisión se apoya en la “falta de transparencia” de las autoridades venezolanas, quienes no publicaron los resultados oficiales de manera oportuna, lo que ha llevado a la oposición a divulgar actas verificables que confirman un triunfo para González.

El reconocimiento no es vinculante, lo que significa que no obliga al gobierno español a modificar su política exterior, pero tiene un peso simbólico importante en el ámbito internacional. El Partido Popular ha instado al ejecutivo de Pedro Sánchez a liderar el reconocimiento de González en instituciones europeas e internacionales, con el fin de facilitar su toma de posesión prevista para enero de 2025.

Por su parte, el presidente Sánchez, quien se encontraba de visita oficial en China, reafirmó que la postura de su gobierno sigue alineada con los esfuerzos de mediación internacional, buscando una solución diplomática antes de fin de año que respete la voluntad democrática del pueblo venezolano. Esta postura recuerda al fallido reconocimiento de Juan Guaidó en 2019, que generó controversias políticas y tensiones diplomáticas.

Además de este reconocimiento, la proposición aprobada por el Congreso también hizo un llamado a poner fin a la represión en Venezuela, a la liberación de los presos políticos, y a garantizar la seguridad personal de líderes opositores como María Corina Machado y el propio Edmundo González, quien ha solicitado asilo en España desde su llegada al país el pasado domingo .

El reconocimiento de González representa una nueva etapa en la complicada relación entre la comunidad internacional y el régimen de Nicolás Maduro, destacando la lucha por el respeto a la democracia en Venezuela, un país sumido en una crisis política y económica desde hace años.

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