Residentes de las calles 106, entre 89 y 91, en el Reparto La EMCE, Marianao, han denunciado públicamente una situación insostenible: aguas de fosa contaminadas han comenzado a inundar los alrededores de sus viviendas, alcanzando incluso las puertas de sus casas. Este problema, que lleva varios días sin solución, está generando un alto nivel de preocupación entre los vecinos, quienes temen por su salud y calidad de vida.

“Estamos desesperados”, comenta uno de los afectados, “el agua sucia entra hasta nuestras casas y vivimos en medio de un ambiente completamente insalubre”. Las fosas sépticas, al desbordarse, han creado un charco permanente de aguas residuales, las cuales emiten fuertes olores, aumentan el riesgo de infecciones y crean condiciones propicias para la proliferación de mosquitos.

Según los residentes, el problema ha sido reportado repetidamente a las autoridades locales, pero hasta el momento no han recibido ninguna respuesta efectiva ni solución definitiva. El temor a enfermedades, como el dengue o infecciones gastrointestinales, está cada vez más presente entre las familias que habitan el área afectada.

“Aquí viven niños pequeños y ancianos, personas que son especialmente vulnerables”, añade otra vecina. “El agua de la fosa está justo frente a nuestras casas, no podemos ni abrir las ventanas por el olor, y mucho menos dejar que los niños jueguen afuera”.

La situación ha alcanzado un punto crítico, y los vecinos exigen una pronta intervención por parte de las autoridades municipales y de salud pública. Además de los riesgos de salud, temen que la infraestructura de sus viviendas sufra daños irreparables si el problema persiste, ya que el agua estancada está empezando a filtrarse hacia los cimientos de las casas.

Hasta ahora, los esfuerzos por drenar o reparar las fosas sépticas no han dado resultado, y la falta de mantenimiento regular en el sistema de alcantarillado parece ser uno de los factores que ha agravado la situación.

Los residentes del Reparto La EMCE hacen un llamado urgente a las autoridades locales para que intervengan de manera inmediata y pongan fin a esta crisis. De no obtener una respuesta pronta, advierten que tomarán medidas adicionales para visibilizar el problema y garantizar que se les proporcione una solución permanente.

Mientras tanto, los vecinos intentan continuar con su vida cotidiana bajo condiciones que describen como “insoportables” y permanecen atentos a cualquier posible respuesta de las autoridades municipales.

Este caso es un reflejo de los problemas de infraestructura que afectan a diversas zonas de la capital cubana, donde la falta de mantenimiento en el sistema de alcantarillado y la gestión de aguas residuales sigue siendo una asignatura pendiente.