En un desesperado llamado a través de una transmisión en vivo en su perfil de Facebook, Maite Alonso Companioni, una paciente de 42 años, ha expuesto una grave situación de negligencia y falta de recursos en el hospital Fructuoso Rodríguez, también conocido como Fajardo. En su emotiva directa, Alonso describe su estado crítico de salud, denunciando la ineficacia y las condiciones deplorables del centro médico en el que lleva ingresada más de un mes.
“Soy una paciente que tengo 42 años, me encuentro aquí, mírame, en el hospital Fajardo. Hace un mes y 10 días”, comienza su testimonio, visiblemente angustiada y agotada. Según relata, fue operada de un fémur roto en este mismo hospital, pero durante su estancia contrajo una infección bacteriana y su condición ha empeorado considerablemente. Alonso señala que el hospital solo cuenta con dos quirófanos en funcionamiento, mientras que el resto están cerrados debido a problemas técnicos, lo que ha impedido que pueda recibir el tratamiento adecuado para eliminar la bacteria que adquirió.
La situación de Alonso se ha complicado aún más debido a la aparición de escaras, que, según sus palabras, la tienen “podrida completamente”. La paciente describe que entró al hospital con dos escaras, pero ahora su piel está necrosada y presenta un olor desagradable, evidenciando la falta de cuidados apropiados. Además, Alonso ha sufrido fiebre constante durante más de 21 días y sufre de anemia severa, lo que la ha obligado a recibir transfusiones de sangre.
A pesar de su crítico estado de salud, Alonso afirma que las autoridades del hospital han sugerido enviarla a su casa o trasladarla al hospital Fajardo, lo que considera una solución inviable dadas sus condiciones. “¿Cómo yo me voy a ir para mi casa? Con unas escaras que tengo todas, todas prietas, necrosadas, completas, podridas, porque eso es tejido muerto”, se lamenta. La paciente se siente abandonada y desatendida, y denuncia que las decisiones médicas están siendo tomadas sin considerar su bienestar.
En su directa, Alonso también critica la aparente falta de prioridad en la gestión hospitalaria. Menciona que, aunque los directores y subdirectores del hospital pasan diariamente para supervisar que todo esté organizado superficialmente, cuestiones críticas como la disponibilidad de medicamentos y la atención a pacientes en estado grave son desatendidas. “Me pasé días esperando aquí el medicamento, porque no lo había. Días y días y días, con fiebres aquí, muriéndome”, denuncia.
El testimonio de Maite Alonso Companioni no solo expone su situación personal de angustia y sufrimiento, sino que pone de manifiesto una serie de fallos sistémicos en el sistema de salud pública cubano. Su clamor por ayuda, repitiendo desesperadamente “necesito ayuda, necesito ayuda, por favor”, busca alcanzar a cualquier persona con influencia o poder de decisión que pueda intervenir y mejorar su situación.
La denuncia ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde usuarios han compartido su directa en un intento de llamar la atención sobre la situación crítica en el hospital Fructuoso Rodríguez y exigir una respuesta de las autoridades sanitarias. Por el momento, no ha habido un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades del hospital o del Ministerio de Salud Pública de Cuba sobre el caso de Maite Alonso.
La situación descrita por Alonso no es un caso aislado, según han comentado otros usuarios que afirman haber vivido experiencias similares en centros de salud del país. Las acusaciones de falta de medicamentos, equipos en mal estado, y atención insuficiente apuntan a una crisis de recursos y gestión que afecta a la calidad de la atención médica en Cuba.
Maite Alonso concluye su directa con un llamado urgente: “Por favor, necesito ayuda, que vea esto, que comparta, que comparta, por favor, se lo pido. A ver si me ayudan, porque no puedo más, no puedo más”. Su petición es un reflejo de la desesperación de una paciente que siente que su vida está en peligro y que solo le queda la voz para intentar salvarse.







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