Santiago de Cuba, conocida por su rica historia y vibrante cultura, enfrenta una crisis silenciosa que se despliega día a día en sus calles. La pobreza y la desesperación han empujado a muchos de sus habitantes a buscar sustento en los basureros. En las últimas semanas, escenas desgarradoras han capturado la atención de los vecinos de Barracones, una zona cercana al puerto de Santiago de Cuba, donde personas buscan desesperadamente alimentos, ropa y materiales reciclables entre la basura.
En las imágenes capturadas recientemente, se observa a un hombre sentado en la acera, poniéndose unos zapatos viejos que encontró en el basurero , mientras otro individuo se inclina sobre un cúmulo de desechos. Estas personas no son excepciones; representan una creciente población que lucha por sobrevivir en medio de la escasez económica que azota a la región.
Buscar en la Basura para Sobrevivir
Para muchos santiagueros, hurgar en los basureros se ha convertido en una actividad cotidiana, una forma de encontrar algo de valor que pueda ser cambiado por comida o un pequeño ingreso. La búsqueda incluye desde alimentos desechados hasta latas y otros materiales que puedan ser vendidos como materia prima para el reciclaje. Esta escena refleja un nivel de miseria que está lejos de las imágenes turísticas de playas y festivales de música que suelen asociarse con la isla.
El aumento de personas que buscan en la basura es un claro reflejo de la profunda crisis socioeconómica que afecta no solo a Santiago de Cuba, sino a todo el país. La escasez de empleo, los elevados precios de los alimentos y la insuficiencia de servicios básicos han empujado a muchos a vivir en condiciones de extrema pobreza. La pandemia de COVID-19, sumada a las medidas ineficaces implementadas por el régimen, ha agravado aún más la situación, dejando a miles de familias sin los recursos necesarios para cubrir sus necesidades más fundamentales.
La comunidad local, a pesar de estar afectada por la misma crisis, ha mostrado actos de solidaridad, compartiendo lo poco que tienen con aquellos que están en peor situación. Sin embargo, la ayuda comunitaria, aunque importante, no es suficiente para abordar el problema a gran escala.
La miseria en las calles de Santiago de Cuba no es solo un problema local; es un reflejo de las dificultades que enfrentan muchas naciones en desarrollo. Las imágenes de personas buscando entre los desechos son un recordatorio de que detrás de las cifras y estadísticas, hay vidas humanas que sufren y luchan por sobrevivir. Es crucial que se tomen medidas efectivas para abordar las raíces de la pobreza y brindar oportunidades dignas a todos los ciudadanos.







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