Venezuela enfrenta una nueva crisis energética tras un apagón masivo que ha dejado a gran parte del país sin electricidad y, consecuentemente, con una conectividad a internet extremadamente limitada. El apagón, que comenzó alrededor de las 4:40 de la mañana (hora local), afecta a todos los estados del país, lo que ha desencadenado una caída dramática en la conectividad a nivel nacional, reducida a solo el 27% de su capacidad normal.
Han pasado ya más de 10 horas desde el inicio del apagón, y la situación se vuelve cada vez más crítica. La falta de electricidad no solo ha paralizado la vida cotidiana, sino que ha puesto en peligro la vida de personas en hospitales, donde los generadores de respaldo comienzan a fallar y se reportan ya pérdidas de vidas humanas debido a la falta de suministro eléctrico. Además, las comunicaciones están empezando a cortarse por la falta de baterías en dispositivos móviles y equipos de telecomunicación.
Conectividad por los suelos
La interrupción del servicio eléctrico y de conectividad afecta no solo a hogares y empresas, sino también a infraestructuras críticas como hospitales y sistemas de transporte. La información disponible hasta el momento indica que la caída de la conectividad se ha registrado en todos los estados de Venezuela, con porcentajes alarmantemente bajos en varios de ellos:• Delta Amacuro y Sucre son los estados más afectados, con una conectividad reducida a apenas un 5% y 6% respectivamente. • Otros estados como Guárico (7%), Cojedes (9%) y Miranda (10%) también reportan niveles críticos de conectividad. • En contraste, aunque también afectados, Nueva Esparta y Amazonas parecen ser los estados menos impactados, con niveles de conectividad de 65% y 75% respectivamente.
Impacto en la vida cotidiana y en la economía
El apagón no solo ha dejado a millones de venezolanos en la oscuridad, sino que también ha paralizado la economía local en muchas áreas. Las transacciones digitales, cruciales en un país donde el efectivo es escaso, se han vuelto prácticamente imposibles en gran parte del territorio. Las comunicaciones móviles están severamente limitadas, dificultando aún más las actividades diarias y la coordinación de esfuerzos de emergencia.
Causas aún por confirmar, pero con repercusiones críticas
Hasta el momento, las autoridades no han proporcionado una explicación oficial sobre las causas del apagón. Sin embargo, esta no es la primera vez que Venezuela enfrenta una interrupción masiva de electricidad. La red eléctrica del país ha sufrido de falta de mantenimiento y modernización durante años, y la corrupción y mala gestión han exacerbado la vulnerabilidad del sistema. Expertos en energía han señalado que la infraestructura eléctrica de Venezuela está en estado crítico, y que cualquier falla podría desencadenar apagones generalizados como el que se vive hoy.
La falta de respuesta efectiva por parte del gobierno ha provocado una creciente indignación entre los ciudadanos, muchos de los cuales denuncian que esta situación es una forma de “tortura colectiva”. En las redes sociales y en las calles, se escuchan voces que acusan a la administración actual de manejar la crisis de manera criminal, utilizando el apagón como una herramienta de represión. “Es criminal lo que está haciendo la dictadura, como no pueden meter presos a todos, crean torturas colectivas”, han expresado algunos ciudadanos.
Respuesta de las autoridades y expectativas
En Caracas, el Distrito Capital, se ha reportado una conectividad del 36%, una de las más altas del país, lo que sugiere que algunas zonas podrían recuperar la electricidad antes que otras. Sin embargo, la incertidumbre prevalece, y muchos temen que los cortes puedan extenderse durante horas o incluso días, exacerbando la ya difícil situación en el país.
Las autoridades y las compañías eléctricas aún no han dado un pronóstico claro sobre el tiempo estimado de recuperación del servicio. Mientras tanto, los venezolanos, acostumbrados ya a las dificultades, intentan adaptarse una vez más a la situación, utilizando generadores de respaldo donde están disponibles y buscando maneras alternativas de comunicación e información.
Un llamado a la acción
La crisis energética en Venezuela subraya la urgente necesidad de reformas estructurales en el sector eléctrico del país. Sin una inversión significativa en infraestructura y una gestión adecuada, los apagones continuarán siendo una amenaza persistente. En un país ya afectado por la inflación, la escasez de alimentos y medicinas, y la migración masiva, la falta de electricidad y conectividad añade otro nivel de sufrimiento a la vida diaria de los venezolanos.
La situación actual no solo es un recordatorio de la fragilidad de la infraestructura del país, sino también de la necesidad de un cambio profundo en la gestión del Estado y en el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos.







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