Lorena Mider García Regalado, exfiscal de la provincia de Holguín en Cuba y conocida por su controvertido rol en la represión del régimen castrista, ha llegado a Estados Unidos después de un tiempo en México, donde esperaba su cita con las autoridades migratorias estadounidenses a través de la aplicación CBP One. A su llegada, fue recibida por familiares y patrocinadores, quienes facilitaron su ingreso al país.

Durante su tiempo al servicio de la dictadura cubana, García Regalado se destacó por solicitar severas penas de prisión contra personas inocentes cuyo único “delito” fue manifestar su descontento con el régimen. Su carrera judicial estuvo marcada por la falta de garantías en los procesos que comandó, dejando tras de sí una estela de sufrimiento y desesperanza. Fue particularmente activa en Villa El Bosque, también en Holguín, donde supuestamente trabajó para asegurar que su salida de Cuba se realizara de manera discreta.

Numerosas víctimas y familiares de los procesados por García Regalado la describen como una persona prepotente y carente de ética profesional. La acusan de haber actuado en complicidad con las fuerzas policiales del régimen, llevando a cabo juicios manipulados y carentes de pruebas suficientes, donde prevaleció la represión sobre la justicia. Estos procesos, en los cuales la verdad fue deliberadamente distorsionada, dejaron a muchas personas encarceladas injustamente, sometidas a la voluntad de un sistema judicial corrupto y opresivo.

Antes de su salida de Cuba, García Regalado también desempeñó funciones en órganos de dirección del Partido Comunista, como la Asamblea Municipal del Poder Popular en Holguín, lo que evidencia su apoyo incondicional al régimen durante su permanencia en la isla. Su trayectoria muestra un patrón claro de colaboración con la tiranía, siempre en detrimento de los derechos y libertades del pueblo cubano.

Ahora, esta exfiscal busca rehacer su vida en Estados Unidos, a pesar de su pasado como una de las tantas figuras que perpetuaron la represión en Cuba. Su llegada ha generado controversia entre quienes la acusan de intentar evadir las consecuencias de sus acciones, mientras las víctimas de sus abusos aún luchan por justicia en la isla.