En un mensaje desgarrador enviado desde la prisión provincial de Granma, Cuba, el preso político Fernando Michel Barzaga Mompié, conocido también como «Fuego al Cuba», ha denunciado las deplorables condiciones de salud y la negligencia médica que enfrentan los reclusos en dicha instalación penitenciaria. Barzaga Mompié, quien se ha erigido como un incansable denunciante de los abusos y violaciones cometidos por la dictadura cubana, narró la dramática situación que está viviendo junto a sus compañeros en prisión.
«Un saludo para los hermanos que me escuchan, tanto dentro como fuera de la isla. Les habla Fuego al Cuba. Para quienes no me conocen, soy Fernando Barza Gamonpié, preso político y denunciante incansable de los abusos y violaciones de la dictadura cubana», comenzó Barzaga en su comunicado, subrayando su determinación de seguir denunciando las atrocidades que presencian a diario, a pesar de las constantes amenazas a su vida.
Según Barzaga Mompié, los reclusos de la prisión provincial de Granma están enfrentando una situación de salud alarmante. Relató que varios presos, incluido su compañero de celda Wilber Navea Sánchez, han estado sufriendo de fiebres altas, fuertes dolores de cabeza, vómitos y un debilitamiento extremo que los ha dejado semiinconscientes. Navea Sánchez, de 50 años, lleva más de diez días con estos síntomas, y aunque ha sido llevado al hospital del penal en múltiples ocasiones, la atención médica recibida ha sido mínima y claramente insuficiente.
Barzaga Mompié detalló cómo, tras ser devuelto a la celda sin un diagnóstico claro ni tratamiento adecuado, la salud de Navea Sánchez se deterioró aún más, llevándolo a un estado de desesperación y temor por su vida. «Ya estando en la celda donde vive junto a mí, cuando lo retornan del hospital, su situación empeora y quebrantado en llanto, Wilber cayó al suelo sin fuerza para levantarse y alegando a poca voz que no quería morirse», relató el preso político.
La respuesta de las autoridades del penal ante esta situación ha sido fría e indiferente, según lo que Barzaga Mompié denunció. Afirmó que el Teniente Coronel Jorge Luis Corco Ledicea llegó a decir que sacarían a Navea Sánchez al hospital de la ciudad «cuando muera». Esta respuesta ha generado una profunda preocupación entre los reclusos, quienes ven cómo su salud se deteriora día tras día sin recibir la atención necesaria.
«Así en las mismas condiciones hay cinco reclusos en mi celda, que somos como en todo el penal. Han soportado esto que no sabemos qué es, sin medicamento alguno y tratamiento médico, bajo una alimentación infrahumana brutalmente poca y sin contenido nutritivo alguno», continuó Barzaga Mompié, pintando un panorama sombrío de la vida detrás de las rejas en Las Mangas.
El testimonio de Barzaga Mompié también reveló que la prisión está sufriendo un deterioro alarmante en las condiciones de vida de los reclusos, quienes ya enfrentan enfermedades crónicas como el VIH y la tuberculosis. A esto se suma la negligencia médica, la falta de medicamentos y una alimentación inadecuada, lo que está llevando a la población penal a un colapso físico y emocional.
«He sido amenazado cara a cara por la seguridad del Estado cubano. Por denunciar ante el mundo esto es un atropello. Sé que mi vida aquí dentro está en sus manos y corro un grave peligro a diario, pero no voy a dejar de hacer lo que hago ni ser quien soy», expresó Barzaga Mompié, destacando el peligro constante al que se enfrenta por sus denuncias.
El mensaje concluye con una nota de resistencia y convicción: «La dignidad y la convicción de un hombre pagan el precio de su vida, como siempre he dicho. Gracias por su tiempo y que Dios nos bendiga».
Estas declaraciones ponen de relieve la crítica situación de los derechos humanos en las prisiones cubanas y llaman la atención sobre la necesidad urgente de una intervención internacional para garantizar la salud y la vida de los reclusos. La comunidad internacional, defensores de derechos humanos y organizaciones de salud deben tomar cartas en el asunto para evitar que estas denuncias sigan siendo ignoradas, y que más vidas se pierdan en la oscuridad de las celdas cubanas.







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