La opositora Reyna Yacnara Barreto Batista, sancionada a cuatro años de trabajo correccional con internamiento por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021, ha visto negada por segunda vez su solicitud de libertad condicional. A casi dos años y cinco meses del inicio de su condena, las autoridades cubanas han rechazado todos los recursos legales presentados para su liberación.

Barreto Batista fue condenada por su participación en las manifestaciones masivas que sacudieron Cuba en julio de 2021, donde miles de cubanos salieron a las calles para protestar contra el régimen, exigiendo cambios democráticos y denunciando la falta de libertades y las difíciles condiciones de vida en la isla. Su sentencia, que la obliga a cumplir cuatro años de trabajo correccional con internamiento, ha sido ampliamente criticada por organizaciones defensoras de los derechos humanos que la consideran una presa política.

A pesar de haber cumplido con las exigencias del régimen penitenciario y de haber demostrado buen comportamiento, según han confirmado los propios funcionarios del centro penitenciario, las autoridades han negado su petición de libertad condicional. La primera solicitud, que tardó más de nueve meses en ser procesada, también fue rechazada sin mayor explicación. En medio de estas negativas, la súplica presentada por la madre de Barreto Batista también fue desestimada.

Según fuentes cercanas al caso, la negativa a concederle la libertad condicional estaría motivada por la connotación política de su “delito”. El régimen cubano, conocido por su represión hacia quienes expresan abiertamente su oposición, parece determinado a impedir cualquier beneficio a Barreto Batista, como un mensaje claro para quienes se atrevan a desafiarlos.

Este nuevo rechazo a la solicitud de libertad condicional se suma a las denuncias internacionales sobre el tratamiento de los presos políticos en Cuba, donde el régimen comunista de La Habana continúa mostrando su carácter represivo y la falta de voluntad para permitir una apertura democrática.

La comunidad internacional y diversas organizaciones de derechos humanos han vuelto a levantar la voz para exigir la liberación de todos los presos políticos en Cuba, reclamando un cambio en la situación de derechos humanos en la isla.