A una semana de haber recibido una citación por parte del Departamento de Inmigración y Extranjería de Cuba, el Padre Kenny Fernández Delgado, sacerdote católico, ha realizado una serie de declaraciones en su perfil de Facebook que han generado polémica y preocupación entre los defensores de la libertad religiosa y de expresión en la isla.

El sacerdote detalló en su publicación que la citación recibida tiene como aparente motivo su condición de arrendador de un pequeño apartamento, el cual, según él, se alquila exclusivamente a cubanos. Sin embargo, Fernández Delgado sostiene que la verdadera razón de la citación está vinculada a su actividad en redes sociales y su convocatoria a oraciones en espacios públicos, las cuales han sido consideradas por las autoridades como “actividades predelictivas” y “instigación a delinquir”.

Las Declaraciones del Padre Kenny

El Padre Kenny explicó que las autoridades del Departamento de Inmigración y Extranjería lo han citado varias veces en el pasado, amparándose en la posibilidad de que, en algún momento, decida alquilar su propiedad a extranjeros. Esta situación, según el sacerdote, les otorga el derecho de citarlo con menos de 24 horas de antelación y sin necesidad de presentar un documento oficial, lo que él considera un abuso de poder. En su publicación, Fernández Delgado criticó la postura del departamento, señalando que su interés real no es el control migratorio, sino la represión de aquellos que manifiestan opiniones contrarias al régimen cubano.

Fernández Delgado relató que durante la citación, un funcionario que se presentó como “policía amistoso” le hizo numerosas preguntas sobre sus publicaciones en redes sociales, particularmente sobre su convocatoria a orar en parques públicos. Según el sacerdote, las autoridades argumentaron que convocar a orar en espacios públicos sin autorización es ilegal y que puede ser considerado un acto de instigación a delinquir, debido a que cualquier crimen cometido durante la convocatoria podría atribuirse indirectamente al convocante.

Restricciones a la Libertad Religiosa

Uno de los aspectos más controvertidos de las declaraciones del Padre Kenny es la afirmación de que el gobierno cubano prohíbe las convocatorias de oración en lugares públicos, permitiéndolas únicamente dentro de iglesias y otros lugares de culto autorizados. El sacerdote expresó su preocupación por la parcialidad de las autoridades al permitir únicamente manifestaciones que apoyen al régimen, mientras que cualquier acto que pueda interpretarse como oposición es reprimido o prohibido.

El sacerdote también hizo referencia a una supuesta conversación con un teniente coronel que, de manera “amistosa”, le habría explicado que en Cuba, todos los trabajadores por cuenta propia son considerados empleados del Estado. Esto implicaría que deben acatar las leyes y restricciones impuestas por el gobierno, incluyendo la prohibición de expresar opiniones críticas en redes sociales.

Reflexiones Finales

En su publicación, el Padre Kenny Fernández Delgado dejó claro que, a pesar de la presión que está recibiendo, no piensa ceder en su defensa de la libertad de expresión y de religión. Citando el ejemplo de Jesús, afirmó que está dispuesto a enfrentar las consecuencias de sus acciones, incluso si ello implica perder su propiedad o su vida.

Las declaraciones del Padre Kenny Fernández Delgado han generado un intenso debate sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, especialmente en lo que respecta a la libertad religiosa y de expresión. En un contexto donde la represión a la disidencia es una práctica común, las palabras del sacerdote resuenan como un desafío directo a las autoridades y como un llamado a la comunidad internacional para que preste atención a la realidad que enfrenta el pueblo cubano.

Este episodio no solo refleja las tensiones entre la Iglesia Católica y el Estado cubano, sino que también pone en evidencia las limitaciones que enfrentan los ciudadanos cubanos en su lucha por mantener sus derechos fundamentales en un régimen que no tolera la disidencia.