La Agonía de un Sistema Fallido: La Trágica Muerte del Dr. Roberto Edelson Ramírez Gronning
Ay Cuba, ¿Qué han hecho contigo!?
La trágica muerte del Dr. Roberto Edelson Ramírez Gronning, un destacado médico cubano condecorado por sus misiones internacionales, ha sacudido a la comunidad médica y a todos los ciudadanos que aún creen en la promesa de una Cuba socialista próspera. Su hijo, Edgar Ramírez Turiño, ha hecho pública su denuncia en Facebook, pintando un cuadro sombrío del sistema de salud cubano, que se encuentra en un estado crítico y cuidado de recursos esenciales.
Un Médico al Servicio de la Humanidad
El Dr. Ramírez Gronning dedicó su vida al servicio de los demás. Graduado con título de oro y reconocido como Hijo Ilustre de la República de Venezuela por sus más de ocho años de misión en ese país, su carrera estuvo marcada por un compromiso inquebrantable con la salud y el bienestar de sus pacientes. A pesar de haber sufrido un infarto hace cinco años y de haber superado otro reciente, su vida fue truncada por la ineptitud y la falta de insumos en el hospital Gustavo Aldereguía Lima de Cienfuegos.
Negligencia y Desabastecimiento: La Cadena de Errores
Tras estabilizarse del segundo infarto y recibir el alta médica, el Dr. Ramírez volvió a ingresar al hospital el 31 de julio debido a una arritmia. La falta de atención y recursos adecuados en la sala de terapia intensiva de cardiología marcó el inicio de una serie de negligencias fatales. El trócar del suero se salió, y su mano se inflamó, pero nadie actuó a tiempo. La escasez de insumos esenciales, como trócares y furosemida, y la incapacidad de obtenerlos rápidamente evidencian un sistema en ruinas.
La familia Ramírez se vio obligada a recurrir al mercado informal para conseguir un trócar, que resultó ser defectuoso. La falta de una respuesta rápida y eficiente por parte del médico personal, sumada a la escasez de medicamentos básicos, condenaron al Dr. Ramírez. La angustia y desesperación de su hijo al ver a su padre agonizar sin poder recibir el tratamiento adecuado es una historia que se repite en muchos hospitales del país.
La Última Noche: Una Agonía Innecesaria
Durante la noche, la falta de supervisión médica y la desatención agravaron la situación del Dr. Ramírez. A pesar de que el monitor mostraba estabilidad, el daño ya estaba hecho. La improvisación de la última hora y la falta de insumos básicos como oxígeno y medicamentos llevaron a una tragedia evitable. En sus últimas palabras, el Dr. Ramírez expresó su angustia y resignación: «ay hijo, me voy a morir».
Un Sistema de Salud en Crisis y la Culpa del Partido Comunista
La denuncia de Edgar Ramírez Turiño no solo es un grito de dolor, sino también una acusación directa a un sistema que, bajo la administración del Partido Comunista de Cuba, ha demostrado ser incapaz de proteger a sus ciudadanos más valiosos. Mientras los líderes del partido disfrutan de privilegios y acceso a los mejores cuidados médicos, el pueblo sufre las consecuencias de un sistema colapsado y falto de recursos.
La realidad de la propaganda
El gobierno cubano ha promovido durante décadas la idea de un sistema de salud ejemplar, pero la realidad para muchos cubanos es muy diferente. La muerte del Dr. Ramírez es un recordatorio brutal de que la propaganda no puede ocultar las carencias y fallas sistémicas. La falta de recursos, la corrupción y la ineficiencia administrativa son problemas endémicos que requieren una revisión urgente y profunda.
Un llamado a la acción
La familia Ramírez exige una investigación exhaustiva sobre el estado de desabastecimiento del hospital y una revisión de las condiciones en que operan las salas de cuidados intensivos en Cuba. «Exigimos como familia que nos confirman si el hospital estaba tan verdaderamente desabastecido, cuidado de insumos básicos en una sala de cuidados intensivos coronarios», clama Edgar Ramírez.
Justicia y responsabilidad
Edgar Ramírez, con el apoyo de su familia, ha decidido no quedarse en silencio. Publicar esta narrativa es un primer paso para buscar justicia y responsabilizar a aquellos que, con su inacción y mala gestión, permiten que estas tragedias continúen ocurriendo. «No me interesa quien pague porque mi padre pagó con el mayor costo sin tener encima ninguna responsabilidad; con su vida», concluye Edgar.
Reflexión final
La trágica muerte del Dr. Roberto Edelson Ramírez Gronning es una llamada de atención urgente a todos aquellos que defienden el sistema actual en Cuba. Su vida y su muerte reflejan las graves deficiencias de un sistema que ha fallado a su gente. Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para garantizar que ningún otro cubano tenga que sufrir una pérdida similar debido a la negligencia y el desabastecimiento en los hospitales del país. La narrativa de Edgar Ramírez Turiño es una súplica desgarradora por un cambio real y necesario.Este artículo no solo busca relatar una tragedia personal, sino también despertar conciencia y exigir responsabilidades. Es un llamado a la reflexión sobre el estado actual del sistema de salud cubano y la urgencia de una reforma profunda y efectiva. La vida de los ciudadanos debe ser prioritaria, y es hora de que aquellos en el poder tomen medidas concretas para evitar más pérdidas innecesarias.







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