La Habana, Cuba – La noche del 2 de agosto, un edificio multifamiliar ubicado en Villegas 256, entre las calles Obrapía y Lamparilla, sufrió un derrumbe parcial, atrapando a varios residentes en su interior. Entre los atrapados se encontraba una mujer embarazada, lo que agravó la preocupación y la urgencia de las operaciones de rescate. Este trágico incidente pone de manifiesto las condiciones peligrosas en las que viven muchas familias en La Habana debido a la falta de mantenimiento de los edificios.
El colapso ocurrió durante la noche, sorprendiendo a los residentes del edificio. Hasta el momento, se ha informado que una mujer resultó herida durante el derrumbe. Los bomberos y rescatistas se enfrentaron a grandes desafíos debido a la falta de medios adecuados para realizar las operaciones de rescate. La escalera interna del edificio se había derrumbado, dejando a los residentes sin una vía de escape segura.

A pesar de las dificultades, los equipos de emergencia lograron rescatar a dos menores y a 11 personas que habían quedado atrapadas en el edificio. Las imágenes muestran a los rescatistas utilizando una escalera apoyada en la fachada del edificio para acceder a los pisos superiores y evacuar a los residentes. La coordinación y el esfuerzo conjunto de los bomberos y rescatistas fueron cruciales para llevar a cabo estas operaciones en medio de la noche.
Este incidente refleja la grave crisis de vivienda que enfrenta la ciudad. Muchos edificios en Centro Habana y Habana Vieja están en condiciones críticas debido a la falta de mantenimiento, y aunque oficialmente no están declarados deshabitados, las condiciones en las que se encuentran hacen que vivir allí sea extremadamente peligroso. La falta de alternativas de vivienda obliga a muchas familias a permanecer en estos edificios a pesar del riesgo constante de derrumbe.

Los residentes de la zona y los familiares de las personas atrapadas se congregaron en las inmediaciones del edificio, esperando noticias y rezando por la seguridad de sus seres queridos. La tensión y la preocupación eran palpables entre la multitud, que observaba con esperanza y desesperación cada movimiento de los rescatistas.
El derrumbe del edificio multifamiliar en Villegas 256 es un recordatorio doloroso de los desafíos estructurales que enfrentan muchas edificaciones antiguas en La Habana. La rápida respuesta de los equipos de emergencia ha sido vital para salvar vidas, pero también ha evidenciado la necesidad de mejorar los recursos y la preparación para enfrentar este tipo de desastres.
Este trágico evento subraya la importancia de la preparación y la capacidad de respuesta ante emergencias en áreas urbanas densamente pobladas, y la necesidad urgente de inversiones en infraestructura para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. Es imperativo que las autoridades implementen políticas y programas de mantenimiento preventivo y rehabilitación de edificios para evitar futuros incidentes y asegurar condiciones de vida dignas y seguras para todos los habitantes de La Habana, pero todos sabemos que en Cuba, los ciudadanos no son las prioridades del régimen.







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